Marcel Kittel (Quick Step) logró la victoria ayer en la segunda etapa del Tour en Lieja al imponerse al sprint por delante de Démare, Greipel y Cavendish. Thomas mantuvo el maillot amarillo en una jornada dura para el Sky por la caída en la que se vio implicado Chris Froome, que llegó magullado en el pelotón con todos los favoritos.

El sprinter alemán lograba así su décima victoria de etapa en el Tour y la décima de la temporada con autoridad en una demostración de que se encuentra en el camino de recuperar su hegemonía en el sprint perdida en las dos ediciones anteriores. Tras ganar cuatro etapas en 2013 y otras tantas en 2014, parecía llamado a ser el dominador de las llegadas masivas, pero al año siguiente el Giant no le incluyó en el equipo del Tour y en la pasada edición solo pudo ganar una etapa y Cavendish venció en cuatro. Por eso y porque la etapa arrancaba en Alemania, Kittel se mostró emocionado en la llegada tras volverse a sentir por encima de los demás sprinters, a los que superó con facilidad a pesar de que entró mal colocado en los últimos metros.

Una escapada rebelde

La etapa se decidió al sprint como estaba previsto, pero la escapada se lo puso complicado. Phinney (Cannondale), Boudat (Direct Energie), Offredo (Wan- ty) y Pichon (Fortuneo) se escaparon de salida y siempre estuvieron controlados por los equipos de los sprinters. Phinney se llevó los puntos en los dos puertos de la jornada y se vistió el primer maillot de líder de la montaña y además se marchó en solitario en el descenso de la última cota junto a Offredo hasta que fueron atrapados en el último kilómetro.

A favor de los escapados jugó una caída en la que se vieron implicados Froome y Bardet a 30 kilómetros de meta que llevó al pelotón a parar para esperarlos. El inglés se volvió a detener tras entrar en el pelotón para cambiar de bicicleta y llegó con heridas sin que sus rivales quisieran atacarle. También Porte sufrió un golpe en la rodilla.

Llegada en una cota

La tercera etapa llevará a los corredores de Verviers a Longwy, con 213 kilómetros y un final en un puerto de Tercera, la Côte des Religieuses, con 1.600 metros al 5,8% de media. Antes se subirán otras cuatro cotas, la penúltima de la Côte de Villers-la-Montagne, a quince de meta. Peter Sagan tendrá un final ideal para lograr su primer triunfo.

Ion Izagirre será operado tras sufrir la fractura de dos vértebras lumbares

Ion Izagirre será intervenido hoy de la fractura de dos vértebras lumbares en la caída del sábado que le obligó a abandonar la carrera. El líder del Bahrain se cayó en la misma curva que Valverde en el kilómetro 7 de carrera y fue trasladado en ambulancia al Hospital Universitario de Düsseldorf. Las pruebas radiográficas revelaron esas fracturas y la necesidad de intervención quirúrgica para resolverlas.

Su equipo trasmitió que están «muy tristes porque Ion no continúe en el Tour, donde estaba destinado a ser el líder del equipo después de la sólida actuación de esta temporada. Es una gran pérdida para el equipo Bahrain-Merida».

En el mismo Hospital Universitario fue intervenido Valverde en la misma madrugada del sábado al domingo de su fractura en la rótula izquierda. Además sufre otra fractura en el astrágalo y un corte en la tibia sin afectación muscular.

Las dos fracturas son muy complicadas y Valverde tendrá que estar seis semanas inmovilizado y para él se ha acabado una temporada en la que iba a ser el líder del Movistar en la Vuelta y se marcaba el objetivo de disputar el título mundial. Con empezar la siguiente estaría más que satisfecho. Luke Durbridge tampoco pudo salir ayer como consecuencia de la caída que sufrió en la accidentada crono del sábado por desarrollarse en un trazado urbano muy peligroso por la lluvia. Otros afectados por caídas como Tony Gallopin sí siguen en carrera, pero tocados. J.I.