La Unión Europea está dando los últimos toques a una serie de normas comunes mínimas destinadas a los servicios de medios audiovisuales. La plataforma Civil Liberties Union for Europe ha elaborado un informe relativo a algunos puntos que incluye esta normativa que en un futuro inmediato suscitará más de una polémica.

Liberties es una organización no gubernamental que según afirma en su declaración de intenciones «apoya las libertades civiles para todas las personas en la Unión Europea» y en su último informe ha señalado algunas propuestas que resultan «preocupantes, ya que están relacionadas con el derecho a la libertad de expresión». Dicho informe analiza las últimas enmiendas a la Directiva sobre servicios de medios audiovisuales –AVMSD– cuyo objetivo es crear unas normas comunes mínimas en toda la Unión Europea para que empresas y particulares solo tengan que cumplir con una normativa única cuando trabajan en distintos países de la UE, y no con las 28 normativas distintas de cada país. El documento señala que «algunas de las reformas propuestas violan el derecho a la libertad de expresión. Por ejemplo, se afirma que estas normativas no son aplicables como se pretende a plataformas como YouTube o Netflix, ya que estos servicios que funcionan bajo demanda o como intercambio de videos, permiten que los usuarios vean lo que quieren, cuando quieren y en cualquier dispositivo que tengan y la normativa impediría este derecho de libre elección.

En cuanto al “discurso del odio”, Liberties opina que «puede ser difícil de identificar», ya que «a menudo la gente comparte ideas polémicas que pueden sorprender o molestar».

Por ello, y para evitar cualquier tipo de sanción, las empresas audiovisuales «optarán por cubrirse las espaldas eliminando todo tipo de contenido, lo cual repercute en la libertad de expresión».