«Los equipos que hacen grandes partidos en Gran Canaria está preparados para hacer grandes cosas». «Hemos estado correctos, pero no me conformo con que mi equipo esté correcto. Jugar bien no es suficiente, sino que quiero que juegue excelente». He ahí dos grandes frases de Pablo Prigioni después de batir a Estudiantes el pasado jueves. Sin solución de continuidad, el cuadro baskonista viajó ayer a La Palma para enfrentarse esta tarde al Herbalife Gran Canaria a partir de las 19.00 –horario de Euskal Herria–, en un rally de tres partidos seguidos lejos del Buesa Arena: Gran Canaria y Fuenlabrada en la Liga ACB y Olympiacos en la Euroliga.

Llegó la primera victoria liguera de la «era Prigioni», dejando además una buena imagen, y es a esa imagen la que se pretende agarrar el conjunto gasteiztarra para ir mejorando, ahora que se van a acumular los partidos cada 48 o 72 horas y mientras los lesionados –el jueves regresaron Beaubois y Shengelia– se recuperan.

«Creo que el equipo tiene calidad y capacidad de hacer un juego dinámico, pero tenemos que descubrir cuál es nuestro ritmo y que sea lo más elevado posible, manteniendo siempre el control. Por eso digo que creo que estamos al 50%. Tenemos mucho potencial, pero tenemos que aprender a jugar juntos», reiteraba el de Río Tercero.

«Generar conexiones»

«Hay que construir sociedades entre los jugadores», añadía Prigioni. «En mi experiencia como jugador, cuando conectaba con Scola o Splitter tenía una conexión distinta y el equipo se beneficiaba de eso. Hay que descubrir qué conexiones se generan entre los jugadores, sobre todo para los momentos importantes», recalcaba.

En ese sentido, el duelo del Gran Canaria Arena es un test importante. «Ante Estudiantes jugamos a rachas, y eso no es suficiente. Gran Canaria es un sitio muy complicado para ganar. Es un buen equipo que juega un buen baloncesto y la atmósfera que se vive allí es complicada. Siempre he pensado que los equipos que juegan bien en Gran Canaria están preparados para hacer cosas importantes», reiteraba.

La última victoria gasteiztarra data de la campaña 2012/13 –64-80, con 24 puntos de Nocioni– y en las últimas temporadas, entre los propios tropezones del Baskonia y el ascenso en el escalafón de los «¡pio, pío!», el cuadro amarillo se ha convertido en un rival temible.

«Es una buena oportunidad para dar un golpe en la mesa; decir que Baskonia está aquí y que quiere aspirar a todo», manifestaba Jayson Granger en la previa al encuentro. «No va a ser un rival nada fácil», añadía el uruguayo. «Tienen jugadores con experiencia en la Euroliga, con talento y mucho físico».

 

Norel, MVP de la segunda jornada

El pasado miércoles Gipuzkoa Basket logró su primera victoria del curso, con la diferencia –34 puntos– más holgada que jamás haya cosechado a su favor en la Liga ACB. El corolario a tan buena puesta en escena es el galardón de MVP que se llevó Henk Norel, que firmó 25 puntos, 12 rebotes y 36 de valoración ante el Betis.

El pívot holandés reconocía que tanto él como el club donostiarra necesitaban «un partido como este», y subrayaba que «esto es solo el principio. Si seguimos trabajando así va a ser una temporada muy bonita para todos».

Norel quiso, por otro lado, poner en valor los 94 puntos anotados por el conjunto. «Creo que pasamos muy bien el balón y esto es clave. Hemos hecho muchas veces “extra pass”. Estoy muy feliz de cómo van las cosas», declaró.

Preguntado al respecto, Porfi Fisac quiso añadir que «tenemos muchos jugadores que van a crecer a lo largo de la Liga y tienen cosas que decir». A.G.