GARA
santiago de chile

Cuestionan la petición de perdón del papa por los curas pedófilos y piden accciones

La presencia del cuestionado obispo de la diócesis chilena de Osorno, Juan Barros, acusado de encubrir abusos sexuales a menores, en la misa celebrada por el papa Francisco ayer ante 400.000 personas en Santiago de Chile, desató la polémica en círculos políticos y religiosos que pusieron en duda el perdón solicitado por el pontífice a las víctimas de abusos en el seno de la Iglesia católica y pidieron menos palabras y más acciones.

En sus primeras palabras ayer al inicio de su viaje a Chile, el papa Francisco pidió perdón y dijo sentir «dolor y vergüenza» por «el daño irreparable causado a niños por ministros de la Iglesia». En los días previos a su visita se había reavivado la polémica de los casos de pederastia en el seno de la Iglesia católica, que afectan a unos 80 religiosos chilenos, y la presencia ayer en la misa que ofreció en la capital del obispo Juan Barros –cuestionado como supuesto encubridor de los abusos sexuales contra menores cometidos hace unos años por el influyente cura Fernando Karadima, ahora apartado del sacerdocio– puso en duda sinceridad de la petición de perdón del papa.

«Me quiero unir a mis hermanos en el Episcopado, ya que es justo pedir perdón y apoyar con todas las fuerzas a las víctimas, al mismo tiempo que hemos de empeñarnos para que no se vuelva a repetir», dijo Francisco en su primer discurso en el Palacio de la Moneda.

Su petición generó una oleada de reacciones, muchas de ellas críticas, como las del periodista Juan Carlos Cruz, quien desde hace años viene denunciando los abusos cometidos por Karadima y sufridos por él, y ayer tildó de «otro titular barato» lo dicho por Francisco. «Basta de perdones y más acciones. Los obispos encubridores ahí siguen. Palabras vacías. Dolor y vergüenza es lo que sienten las víctimas», declaró.

Barros, designado en marzo de 2015 obispo de la sureña ciudad de Osorno, fue uno los discípulos de Karadima y es rechazado por una parte de la feligresía, que le acusa de haber ocultado los abusos del otrora influyente párroco.

Y fue precisamente la participación de Barros en la misa concelebrada con el papa en el parque O'Higgins la que desató una encendida polémica en las redes sociales y declaraciones que cuestionaban la sinceridad del gesto de Jorge Mario Bergoglio.

«Barros participa de la ceremonia en el parque O'Higgins. ¡Qué vergüenza! ¿De qué pide 'disculpas' el papa? No le creo nada, dice una cosa y hace otra», tuiteó Marta Larraechea, esposa del expresidente democristiano Eduardo Frei Ruiz-Tagle.

«El papa pide perdón por los abusos y en el parque O'Higgins está el protector de Karadima, nombrado obispo por este mismo papa. Coherente, ¿no?», replicó por su lado Rolando Jiménez, portavoz del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) de Chile.