Un periódico de Burdeos organiza esta semana por cuarto año consecutivo unas jornadas inmobiliarias en las que se pregunta quién puede comprar hoy día una vivienda en este rincón de Euskal Herria. Coincide este debate con la publicación del último análisis demográfico de Gaindegia, cuyos datos confirman la tendencia de los últimos años: Zuberoa se desangra, la costa labortana se metropoliza y el territorio intermedio se puebla y se urbaniza. Ahí está en parte la respuesta a la pregunta del diario bordelés, porque la presión inmobiliaria es tan fuerte en el litoral que los jóvenes tienen que alejarse unos kilómetros hacia el interior para poder comenzar a plantearse su futuro.

¿Que quién puede comprar una vivienda aquí? Cada vez más los que no residen aquí. Entre otras razones porque los expertos que opinarán en estas jornadas, responsables casi todos de distintas agencias inmobiliarias, llevan años vendiendo este Pays Basque de postal en París, en Toulouse y en la misma Burdeos a gente que o compra para veranear o para pasar sus últimos años de jubilación. En cualquier caso, sin mayor inquietud por la lengua, la cultura o el futuro de este territorio y de sus habitantes. Si alguien creía que pasábamos de la Euskal Herria tradicional a la Euskal Hiria urbana se equivoca. Aquí vamos directos al Euskal Resort.