La mejora de la deuda española el pasado viernes por parte de Fitch dio alas a los inversores, que empujaron al Ibex y lo llevaron cerca de los 10.600 puntos. La subida de la nota crediticia, desde BBB+ hasta A-, impactó en la prima de riesgo de modo directo. Así, bajaba hasta los 83 puntos, un nivel no visto desde hace 8 años.

La agencia puso énfasis en la escasa influencia de la inestabilidad política de Catalunya para realizar la primera subida desde 2014. Esta visión optimista se contradecía, por otro lado, con la opinión del FMI, que rebajaba ayer el crecimiento del Estado español en 2018 por la incertidumbre política en Catalunya. Ahora espera una subida del 2,4%, frente al 2,5% previsto en noviembre.

Por otro lado, Wall Street se mantenía al margen del cierre parcial del Gobierno federal, ya que los índices, tras abrir en rojo, se movían al alza a la hora al terminar las negociaciones en Europa. No se puede descartar, sin embargo, que la prolongación del desacuerdo entre republicanos y demócratas termine pasando factura a la renta variable.

El Ibex escaló hasta los 10.584 puntos, después de sumar un 1%. Las subidas en Fráncfort (+0,22%) y París (+0,28%) eran menores, mientras que Londres (-0,20%) cerraba con pérdidas.

Dentro del Ibex, destacó el sector bancario, beneficiado por la decisión de Fitch. Entre ellos, los mejores fueron Sabadell (+2,69%) y Caixabank (+2,62%). El resto avanzaba más de un 1%. También sacaron partido a la sesión Telefónica (+1,93%) y Repsol (+1,86%). Pero los mejores del Ibex fueron Dia (+4,22%) y Siemens Gamesa (+3,19%). En París, TechnipFMC (+3,42%) lideró las ganancias, frente a Sanofi (-2,91%), que comprará los laboratorios Bioverativ por 11.600 millones de dólares.