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bruselas

La UE fija sus líneas rojas para la transición al Brexit

La UE ha establecido sus condiciones para el período de transición del Brexit, y exige que Reino Unido siga sometido a las leyes comunitarias, pero sin capacidad de decisión en sus instituciones.

La Unión Europea aprobó ayer sus líneas rojas para la negociación con Reino Unido del período de transición tras el Brexit que, a juicio de los europeos, debería finalizar el 31 de diciembre de 2020. Los ministros europeos, reunidos sin su par británico en Bruselas, «dieron un nuevo mandato a la Comisión Europea para negociar un período de transición con Reino Unido», anunció la presidencia.

La negociadora adjunta de la UE, Sabine Weyand, quien indicó que la aprobación tardó «dos minutos», precisó que durante este período Reino Unido seguiría aplicando la legislación europea como un miembro más pero «sin representación institucional».

El objetivo de esta transición, durante la cual Reino Unido seguiría perteneciendo al mercado único y a la Unión Aduanera pese a no ser miembro de la UE, es lograr un divorcio suave, mientras se fijan las bases de la futura relación comercial.

Según las directrices aprobadas ayer, durante ese período, «Reino Unido debe seguir vinculado por las obligaciones derivadas de los acuerdos celebrados por la Unión», pero «ya no debería participar en ningún organismo creado por dichos acuerdos». «Estamos complacidos por que la UE haya acordado su posición, que está claramente bien alineada con la propuesta que hizo la primera ministra en su discurso del Florencia», señaló un portavoz de Theresa May, según el cual «en los detalles se pueden esperar divergencias, y es donde negociaremos».

Tras el acuerdo alcanzado en diciembre sobre los términos del divorcio, el negociador europeo, Michel Barnier, podrá empezar así las discusiones con su par británico, David Davis, sobre el período de transición. Los partidarios británicos de una ruptura clara temen que el país se convierta en ese tiempo en un Estado vasallo de la Unión.

«Durante este periodo las decisiones se aplicarán y el Reino Unido debe reconocer y aceptar estas reglas del juego desde fuera», afirmó ayer Barnier.