Dicen que a Stan Lee se le ocurrió el nombre del superhéroe aforamericano antes del nacimiento del movimiento activista homónimo de finales de los años 60, aunque en principio Jack Kirby lo denominó de otra forma. Y así nacio el poderoso alter ego de T’Challa, príncipe de un país africano de ficción que debe conjugar las obligaciones diplomáticas de su cargo con la identidad oculta de defensor de su pueblo a un más alto nivel. Wesley Snipes luchó para ser el primer actor de raza negra en encarnar al gran superhéroe de origen afro, pero al final ha tenido que desistir por culpa de su estancia en prisión y por estar ya fuera de edad y de forma. Su sutituto ha sido elegido de entre un exigente grupo de candidatos, apareciendo como el mejor posicionado Chadwick Boseman, encumbrado dentro de su comunidad por interpretar a Jackie Robinson, el primer jugador de béisbol negro en las grandes ligas, en la película “42” (2013); y por emular con mucho arte a nada menos que James Brown en le biopic musical “I Feel Good” (2014).

Para la dirección también se barajaron distintas opciones, decantadas en última instancia a favor del jovencísimo talento del cine independiente Ryan Coogler, que ha llegado a lo más alto en Hollywood con este su tercer largometraje, después de debutar con “Fruitvale Station” (2013), que le valió en Sundance el premio de Mejor Película y el del Público; y de consagrarse acto seguido con “Creed. La leyenda de Rocky” (2015), revalorizando y dignificando la franquicia de Sylvester Stallone. Pero su actor de confianza, siempre ha sido su hermano de raza Michael B. Jordan, al que en “Black Panther” ha concedido el trascendental rol de villano de la función, en competencia con el actor blanco Andy Serkis, que hace de traficante de armas. Detrás de las cámaras ha contado por extensión con su fiel equipo de confianza.