Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Azparren, el debutante que disfrutó con el sufrimiento

El donostiarra, el más joven de la selección española sub’23 que ha conocido Gante Wevelgem y Flandes.

Xabier Mikel Azparren (Donostia, 1999) ha disfrutado a pesar de sufrir como nunca las dos últimas semanas con su participación en la Gante Wevelgem y el Tour de Flandes con la selección española sub’23, con la que fue el único debutante.

El donostiarra recuerda que «en Gante Wevelgem tuvimos más libertad al ser la primera carrera de la selección. No sabíamos cómo íbamos a responder y cada uno intentó hacer una buena carrera, ir juntos, sin un líder claro, y me encontré bastante bien. Fui toda la carrera adelante, entré en un par de abanicos, pero cuando llegamos al circuito me despisté, me pilló una caída atrás y aceleran y pierdes la moto».

En Flandes «me tocó trabajar más. El seleccionador me mandó bajar a por bidones y meter en el pelotón a Kiko Galván, que era nuestro líder, y cuando lo llevé empecé con calambres hasta que me bajé en el Kwaremont, donde estaban los auxiliares. Estaba peor que nunca. Cuando me bajé de la bici no podía ni subirme al coche, los de la organización me querían llevar en ambulancia. Me clavaron agujas en los músculos. Yo también en carrera me metía el imperdible del dorsal en los gemelos del dolor que tenía. El pavés te deja el cuerpo hecho polvo. Y la tensión... Desde la salida hay caídas, montoneras y sufres más por la tensión que por la dureza. Es brutal».

Fotografías firmadas

Pero disfrutó de la experiencia: «Siempre se ha dicho que las mejores aficiones son la belga y la vasca y es así, pero son distintas. Allí se vive como aquí el fútbol y te tratan como estrellas. Me venía gente mayor con fotos mías que habían imprimido a que se las firmara. Y te hace ilusión. Antes de correr estuvimos en el Museo de Flandes y era espectacular. Un museo entero dedicado a una sola carrera. En la nuestra no había mucha gente porque había ido a París Roubaix, pero en Gante, pasaban después los profesionales, estaban repletos todos los repechos. En Flandes había más nivel, corredores del World Tour, y entraban en los muros disputando hasta la posición 60 a cabezazos. A pesar de sufrir, dije al seleccionador que estoy preparado para todas las clásicas, que iré encantado y lo daré todo. Mi objetivo es estar un día allí en profesionales».

Reconoce que «tengo un perfil atípico para ser vasco. No subo mal, pero ando mejor en las cronos y en las clásicas, en el pavés. Encontrar aquí un rodador es raro. Casi todas las carrera son para escaladores y así gente de mi perfil, como Erviti, salen pocos y lo más recomendado es correr fuera lo máximo y en un futuro también».

Por eso Azparren apenas ha corrido en casa y AMPO le ha orientado a las clásicas de la Copa a pesar de ser un debutante y de la diferencia de kilometraje: «Hablé con el director, Mikel Gaztañaga, y le pedí ir a estas carreras. Aquí todo se decide en el último puerto. En pretemporada trabajé el fondo. En juniors las carreras más largas son de 115 kilómetros y dos o tres. En la primera de la Copa de Don Benito tienes 178 y se nota, pero trabajando el fondo me he adaptado bien a la categoría y a los kilómetros».

Ha corrido además el Guerrita y sus actuaciones llevaron al seleccionador Pascual Momparler a convocarlo. Ya fue al Europeo en su primer año junior: «Habló con Gazta y estoy muy agradecido por confiar en mí. Ha valorado los detalles que he tenido sin ser un ganador». No sabe si volverá a ser convocado y en su programa están este domingo Torredonjimeno, Momparler y Lazkao o Legazpi. Luego le gustaría más ir a la Vuelta a Nafarroa que a Bidasoa porque «es para escaladores y tenemos buenos en el equipo. Me conviene más la navarra porque hay una crono larga y una etapa con sterrato. Me haría ilusión correrla, pero eso lo decide el director y lo que decida estará bien».

«Me gustaría ser profesional en casa»

Su gran ilusión es «ser profesional y correr en un equipo de casa la Itzulia, aunque no sea mi terreno». Algo que no pudieron lograr su padre y su abuelo, que corrieron en aficionados. Su padre Mikel fue además director del Caja Rural y se marca retos de gran fondo. Enekoitz, cadete de segundo año, es escalador y ya ha ganado este año en Beasain. Los dos sueñan con correr en profesionales juntos. Para eso los entrena su padre: «Con él es más fácil. Me exige, pero para llegar arriba hay que ser exigente. No me conformo. Telleria dice que el segundo es el primer perdedor. Soy de esa filosofía».

Xabier Mikel estuvo en el Donosti Berri desde infantiles hasta su primer año junior y ganó las cronos del campeonato de España cadete y junior de primer año, cuando logró además el campeonato vasco en ruta en Eibar. En el segundo año pasó a AMPO. Sus éxitos le ayudan a llevar mejor la carrera de IVEF que ha empezado este año. Si no puede ser profesional le serviría para estar en el ciclismo como director o preparador. J.I.