M.I.
PROYECTO RAMPAGE

El gran gorila blanco alterado genéticamente

L os videojuegos se han convertido en una fuente más para las adaptaciones en Hollywood, a pesar de que no terminan de convencer al público que acude a las salas de cine y los “gamers” están demasiado ocupados con su adicción y no salen de casa, con lo que la rentabilidad en pantalla es más bien relativa. Para paliar la escasez de interés los productores acuden a otras fórmulas complementarias, como reunir a una estrella y el director que juntos han hecho películas comerciales. La asociación entre el director Brad Peyton funcionó en la aventurera “Viaje al centro de la tierra 2: La isla misteriosa” (2010) y en la catastrofista “San Andrés” (2015), así que repiten en “Proyecto Rampage” con un planteamiento argumental y desarrollo de personajes igual de infantiloide.

La película pretende actualizar un viejo videojuego ochentero de Arcade, propiedad de la compañía Midway Game, y que básicamente no pasaba de cazar una serie de monstruos fuera de control. En esta versión remozada Dwayne Johnson es el criador de un gorila albino llamado George, que se vuelve indomable al ser sometido a un experimento genético. Junto a otros animales igualmente alterados siembran la destrucción por la geografía de los EEUU.