Unai Iribar (Ibarra, 1999) logró el domingo su mejor puesto en su debut sub’23 al acabar segundo en Durana una prueba en la que rodaron a 47,7 de media y llegaron con media hora de adelanto. Con ese puesto se colocó tercero en la general del Lehendakari tras ser quinto en Laukiz, octavo en Urretxu y decimoquinto en Gorla y Ereño.

Trasmite a GARA que «estoy a gusto en AMPO. Si vas a un equipo grande te toca trabajar como veo a los de primer año que andaban conmigo. Tengo más libertad. Me tocará trabajar, pero es mejor empezar así en un equipo un poco más pequeño, pero con el mismo calendario que los grandes para coger el truco a la categoría. Es el equipo ideal. Además con la norma que hay para pasar en Gipuzkoa, el equipo que tiene mejor calendario es el AMPO y además el más cercano porque es de mi zona».

Sobre su puesto en el Lehendakari, a solo siete puntos del líder Gabriel Silva, que después de la Vuelta a Nafarroa debe volver a su país al acabarse su visado, destaca que «el domingo le hemos quitado bastante ventaja. Para arriba se le ve muy fuerte y en las carreras montañosas me va a superar, pero en sprints le puedo recortar. En estos torneos consiste en ser regular, puntuar en todas las pruebas y al final no es un objetivo, pero se me ha puesto bien e intentaremos hacer un buen puesto. Ganar lo veo difícil porque no sabes cómo responderé. Hasta ahora estoy contento, pero no me voy a obsesionar con esto».

Le faltó un metro

Estuvo a punto de ganar el domingo por el exceso de confianza de Pol Hervás: «Había una curva a falta de 150 metros y entraron los dos del Caja Rural, Dani Viejo le dejó el hueco y Pol Hervás empezó a levantar los brazos. Un metro más y le pasamos los dos. Se confió porque era el más fuerte y empezó a celebrarlo a falta de veinte metros y nosotros pedaleando en ligera subida casi le pasamos».

No correrá esta semana la Bizkaia E3 y sí el lunes y el martes en Lazkao y Legazpi. Le gustaría disputar luego Bidasoa porque «es la vuelta de casa y la que todos los años vamos a ver. Si no pasa nada, seguro que me meterán otras vueltas en verano».

Hasta ahora solo ha corrido en Euskal Herria, lo que le permite compaginar los estudios en Ingeniería en Ecotecnología Industriales. «Son cuatro años y lo primero son los estudios. Es muy difícil pasar a profesionales y además si pasas igual no te da para vivir, puedes tener lesiones y cuando dejes el ciclismo tienes que hacer algo. Todos tenemos ese sueño, pero tengo claro que lo primero es estudiar y compaginar el ciclismo y, si veo clara la oportunidad de hacer algo en profesionales, lo miraremos». Ander Altuna lo entrena y escucha los consejos de Abraham Olano cuando coinciden en los entrenamientos.

Diecisiete victorias el año pasado

Unai es hijo de José Mari Iribar, que corrió en aficionados en Orbea y es hermano de Arritxu, periodista deportiva cuyo hijo Aitor Olaziregi también corre en el AMPO. Con esa familia comenzó en benjamines con el Oriako: «Al inicio hacía todos los deportes, fútbol, natación, triatlones y al final me decanté por el ciclismo. Desde las categorías inferiores lograba victorias, pero te lo tomas como un juego».

En cadetes se lo tomó más en serio y el año pasado, segundo junior, logró 17 victorias. En pista ganó los dos años junior la Copa España y en el Europeo fue tercero en eliminación y en el Mundial séptimo en scracht. En enero fue campeón sub’23 de omnium en Madrid en su debut en la categoría. En ruta también acabó el Europeo junior con Lazkano, con el que se repartió las carreras el año pasado: «Como hago pista tengo ese punto de ser rápido y subo bien y, como aquí siempre llegamos en grupos pequeños, eso me permite disputar y ganar más que otros». J.I.