Dos son los factores que invitan al optimismo de cara al duelo de mañana en Los Pajaritos. El vestuario parece haberse insuflado de un extra de seguridad después de los dos últimos triunfos consecutivos ante Nàstic y Oviedo y el hecho de que la escuadra rojilla se va a sentir bien arropada por los suyos en el estadio numantino.

«Después de las dos recientes victorias, que han sido importantes no solo por los puntos, sino por cómo se han dado, el equipo tiene una mayor confianza y la sensación de que vamos a hacer algo muy bueno en Soria. Va a tener la clave el equipo que esté más fuerte mentalmente y crea en sus opciones hasta el final», apuntó el técnico, Diego Martínez.

Rozarán el millar los aficionados osasunistas que acompañarán al equipo en la ciudad castellana, impulsados también por la ilusión de los últimos buenos resultados. «Después de que haya habido 1.600 peticiones de entradas, solo podemos darles las gracias y quitarse el sombrero ante ellos. Que sepan aquellos que no van a poder ir que también estarán con nosotros y a todos queremos corresponderles con una alegría en forma de triunfo», señaló.

«Es el momento del escudo»

El Numancia llega después de encadenar dos tropezones seguidos, pero su seguridad casera está fuera de toda duda. Es uno de los mejores anfitriones de la categoría y ha sumado en este apartado 13 puntos más que Osasuna. «Nuestro rival tiene buena nota en todas las fases del juego y está ahí por méritos propios. Ahora mismo tiene un punto más que nosotros y va a ser muy difícil», advirtió el preparador gallego.

A juicio de Diego Martínez, sus pupilos «se han ganado el derecho a poder jugar un partido contra un rival directo al que superaríamos, caso de ganarle. Llevo todo el año diciendo que esto es una maratón y llegamos bien al tramo final». «Este es el momento en el que el escudo que portas por delante en la camiseta es mucho más importante que el número o el nombre que llevas detrás. Es una frase que me gusta, el sentimiento está por encima de cualquier nombre propio», insistió.

Por esa razón, ni siquiera el empate se plantea como una opción positiva, aunque a posteriori los marcadores de adversarios directos puedan convertir ese punto en algo valioso. «En la tercera jornada ya se me preguntó sobre si me conformaba con un empate en la visita al Rayo y dije que no; imagínate ahora. Quiero ganar el partido, vamos a Soria con una ilusión tremenda, con ganas de hacer un gran partido y de llevarnos los tres puntos. Estamos preparados para cualquier tipo de encuentro porque somos los segundos mejores visitantes».