Mikel INSAUSTI
EL DOCTOR DE LA FELICIDAD

¿Un estafador o un médico revolucionario?

La obra teatral “Knock ou le triomphe de la médecine” fue escrita por Jules Romains en 1923, y desde entonces ha conocido ya con la que nos ocupa cinco adaptaciones, cuatro de ellas para la pantalla grande y una para la pequeña. La primera fue muda y se título simplemente “Knock” (1925), al igual que la actual en su versión original, y la dirigió René Hervil. La segunda, a comienzos del sonoro, se denominó como la obra homónima “Knock ou le triomphe de la médecine” (1933), siendo realizada por Jean Feyte. La tercera también se quedó en “Knock” (1951), y se debió a Guy Lefranc, alcanzando una gran popularidad gracias a un reparto cómico en el que figuraba Louis De Funes. Finalmente, Walter Henn hizo el telefilm “Dr. Knock” (1960), por lo que han tenido que pasar casi cinco décadas para llegar a la versión protagonizada por Omar Sy con un arrollador éxito de público en el mercado francófono.

El protagonismo de Omar Sy resulta actualizador al introducir la vertiente de la integración racial, combinada con el asunto principal del médico avanzado a su tiempo gracias a que aplica la sicología al tratamiento de los pacientes, aunque en principio lo haga como medio para hacerse rico. Su condición de estafador en el pasado no le favorece, y en cuanto se sepa de su etapa delictiva la pequeña población en la cual se ha establecido para experimentar sus revolucionarios métodos de consulta se sentirá engañada.

Sin embargo, en el pueblecito de Saint-Maurice no hay nadie que no se haya dejado seducir por el encanto innato y poder de seducción del doctor Knock, una vez convencidos de que aun estando sanos no dejamos de ser pacientes pasivos, al no ser conscientes de los problemas de salud que tarde o temprano terminarán por aflorar. Se le puede considerar todo un pionero de la medicina preventiva.