Natxo MATXIN
GRUPO G

Kane salva los muebles de los pros

El delantero centro del Tottenham, uno de los máximos realizadores del año, anotó los dos goles ingleses, el último en el minuto 91.

TÚNEZ 1

INGLATERRA 2


Iniciado el tiempo de descuento, Inglaterra iba camino, como otras favoritas, de pinchar en su estreno, pero los pros tienen entre sus filas a uno de los mejores artilleros del mundo y eso les sirvió para salvar los muebles. Debutante en una competición de este tipo, Harry Kane dejó patente que no es casualidad que esté en el sitio adecuado en el momento oportuno.

Las dos dianas que le endosó a Túnez tuvieron el marchamo del cazagoles, esa especie de jugador con un olfato único para tocar apenas un par de veces la pelota y, a renglón seguido, hacer llorar al rival. Solo esa cualitativa diferencia le permitió a la escuadra dirigida por Gareth Southgate llevarse los tres puntos casi con el pitido final y evitar meterse en importantes problemas en su camino hacia la siguiente ronda.

Porque Túnez, después de empatar con un absurdo penalti de Walker a falta de diez minutos para el descanso y que a punto estuvo de detener todo un especialista como Pickford, se pertrechó durante toda la segunda parte con un cambio de sistema muy defensivo que abortó de manera efectiva todas las acometidas inglesas. Con una salvedad, pues los norteafricanos sufrieron en cada balón parado que botó el conjunto británico y en un lance de esos es donde llegó su perdición final.

Maguire se había convertido en una pesadilla imposible de defender en cada jugada de estrategia y fue precisamente el central del Leicester quien, al alimón con el salto de su marcador, prolongó de cabeza un corner que llegó al segundo palo, donde, no por casualidad, esperaba Kane para, también con la testa, colocar a las redes con la precisión de quien está acostumbrado a manejarse por esos derroteros.

Otro resuelto in extremis

Fue otro encuentro más que se resolvió in extremis, con una Túnez que quizás mereció más por el esfuerzo realizado, pero que encomendó el sumar a refugiarse en sus cuarteles de invierno –abandonó salir con el balón jugado, algo que no se le estaba dando nada mal–, una estrategia que acabó pagando caro. Los de Nabil Maaloul fueron acusando poco a poco el gran derroche físico del que hicieron gala durante los primeros cuarenta y cinco minutos y, además, se sintieron confiados atrás.

Inglaterra, que pasó de protagonizar unos primeros minutos de gran claridad ofensiva a entrar en una dinámica de ofuscamiento atacante, recibió un premio inesperado. Ahora, una vez lograda la primera victoria, a buen seguro que habrá más serenidad a la hora de poner en práctica su estilo de juego. Kane recordó al Lineker de Italia 90, quien también anotó por partida doble ante Camerún.