A. G.
CICLISMO - VUELTA 2018

Todos felices tras la victoria de Clarke y el liderato de Rudy Molard

El australiano del Education First fue el más destacado de una numerosísima fuga, con presencia de los vascos Lastra e Iturria, y seimpuso en la Vuelta seis años después. El conjunto Sky apenas se molestó en defender el maillot rojo camino de Roquetas de Mar.

La quinta jornada de la Vuelta dejó a casi todo el mundo contento. El australiano Simon Clarke, del Education First, se hizo con la etapa –seis años después de imponerse en Valdezcaray– tras destacarse de una numerosísima fuga camino de Roquetas de Mar y batir en el sprint a Bauke Mollema (Trek) y Alessandro De Marchi (BMC). Por otro lado, el francés de Groupama FDJ Rudy Molard es el nuevo maillot rojo, gracias al beneplácito de un Sky loco por la música de no cargar con la responsabilidad de tirar del pelotón ni de Kwiatkwoski. Todavía no. El resto de favoritos, que volvieron a guardar la ropa, también andan felices por no haber gastado ni medio gramo de más.

Y el resto de directores, salvo los de Burgos y Quick Step –aparte de Sky– estarán felices de haber colado a al menos un corredor en la numerosísima fuga de la etapa de ayer. Se voló para que un trazado quebrado diera pie a la aventura, y en esas se metieron 25 corredores –entre ellos, los vascos Iturria, de Euskadi Murias y Lastra, de Caja Rural–, sudando la gota gorda bajo el calor andaluz y un desnivel de 3.000 metros.

Inmersos en el terreno de las Alpujarras, el Alto de El Marchal sirvió para romper de una vez por todas la fuga, con Mollema –que padeció un inoportuno pinchazo–, De Marchi y el mentado Clarke destacados sobre el resto de escapados, al tiempo que Molard abría brecha sobre un indolente pelotón.

El trío cabecero llegaba destacado a la meta, aunque con Molard, Villella –Astana– y De Tier –Lotto Jumbo– pisándoles los talones. Clarke, que no ganaba nada desde 2016, se postulaba como el más veloz, y el de Melbourne, dirigido por Juanma Garate, se dio el gustazo

El escudero de Urán

El propio Juanma Garate reconocía que Simon Clarke es, ante todo, «el hombre de confianza» de Rigoberto Urán, pero que ayer tuvo el permiso del equipo.

Y si el irundarra estaba feliz, el de Melbourne lo estaba todavía más. «Para mi la Vuelta es una carrera especial. Me enamoré de ella cuando gané en 2012. Por eso, aunque soy el más fiuel escudero de Urán, pedí permiso al equipo y me dieron luz verde», confesó.

Molard espera «seguir de rojo hasta el domingo»

Rudy Molard (Groupama FDJ) se encontró con el liderato de la Vuelta casi por casualidad, al punto de perder 20 segundos de renta por recibir avituallamiento líquido en lso 10 últimos kilómetros de la etapa. No obstante, ya que viste de rojo, espera mantener su condición de líder hasta el domingo, cuando la ronda hispana llegue a la meta sita en el Alto de la Covatilla.

«Vestir el maillot de líder en una gran vuelta es algo único. Espero aguantar de rojo hasta el domingo, ya que ahora llegan tres etapas más ‘light’ con finales al sprint», dijo un Molard feliz por «haber cumplido un sueño». Con todo, desveló que la estrategia de Groupama no cambiará y seguirá siendo «trabajar para Thibaut Pinot».

Mikel Iturria y Jonathan Lastra, por su parte, se hallaban satisfechos a medias. «He intentado pelear la etapa, pero estaba difícil. Hemos estado todo el día a palos, no había entendimiento. Yo estaba solo y había muchos equipos con dos corredores», lamentó Iturria. Lastra, por su parte, estaba más contento. «Ha sido una fuga de calidad, cerrada con un ‘Top 10’, lo que me parece positivo en mi primer año en la Vuelta».GARA