No hay datos exactos de la superficie forestal afectada por el hongo “banda marrón” en el conjunto de la CAV porque, desde que en octubre de 2017 se estableciese el Grupo de Trabajo Asesor Forestal –con la participación de las diputaciones de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, Neiker y Baskegur–, la afección no ha cesado de aumentar. Solo la Administración vizcaina ha concretado que en julio la enfermedad alcanzaba 16.000 hectáreas en este territorio.

El grupo de asesores trabaja en diferentes ámbitos y las diputaciones señalaron que principalmente son cinco las líneas de actuación. En este contexto, tanto Baskegur como la Asociación de Guardas Forestales de Bizkaia han publicado sendos comunicados explicando sus respectivas perspectivas.

Las instituciones recalcan que el control de la enfermedad se ve dificultado por dos razones fundamentales: «La inexistencia de un tratamiento con garantía de efectividad y la falta de un tratamiento para prevenir la infección de los ejemplares no afectados que cuente con garantías de efectividad y que sea autorizado para su uso por parte del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación».

Sin embargo, Baskegur solicita que se lleve a cabo un tratamiento fitosanitario como el que ya se utiliza en cultivos de productos alimentarios y en agricultura ecológica, las buenas prácticas en silvicultura o el estudio de individuos de Pinus radiata (insignis) resistentes. «Baskegur reclama que la situación actual no sea empleada con fines partidistas», puntualizó.

En las reuniones de la mesa de trabajo han decidido realizar el seguimiento de la expansión de la enfermedad, experimentar con productos fungicidas en parcelas públicas, recoger ejemplares de pinares que se han mostrado resistentes para su multiplicación, buscar especies alternativas resistentes y que se adapten bien al medio, y establecer líneas de ayudas para paliar los daños económicos.

Una especie japonesa

La Asociación de Guardas Forestales de Bizkaia ha mostrado su preocupación por la posibilidad que la alternativa al insignis sea el eucalipto, ya que considera que es una especie que «inevitablemente» trae consigo un empobrecimiento de la biodiversidad, por lo que «supondría una amenaza para la riqueza medioambiental de nuestro territorio». Y recordaron el incendio de 1989 en el que ardió buena parte de la superficie de eucalipto de Bizkaia «tras unos pocos días de viento del sur después de una prolongada sequía».

«Consideramos necesaria una política forestal firme y que apueste por especies autóctonas y la diversificación de las especies plantadas», añaden los guardas forestales, que opinan que hasta que no se implementen soluciones de este tipo, «se cortarán más montes y, como ya se hace, se ayudará a gestores forestales particulares para minimizar las pérdidas».

La Diputación, por su parte, ya está trabajando en la futura repoblación. En ese sentido, ha suscrito un convenio con el Instituto de Investigación Agronómica del Estado francés (INRA) para que le transfiera material genético de una colección de clones de Cryptomeria japónica, una conífera también denominada cedro japonés –aunque no es un cedro– o “sugi”. Es resistente a esta enfermedad y, en principio, se adapta bien a las condiciones de Bizkaia.

 

Baskegur defiende que existen soluciones antes de talar el árbol

La asociación de la madera de la CAV defiende que se puede paliar la enfermedad de los hongos “Mycrosphaerella dearnessii” y “Mycosphaerella pini” antes de cortar de raíz los pinos insignis afectados. Oskar Azkarate, el director de Baskegur, explicó ayer a GARA que están en constante contacto con expertos de Chile y Nueva Zelanda, quienes sostienen que los tratamientos fitosanitarios, bioestimuladores o las buenas prácticas en silvicultura son capaces de sanar la especie, siempre y cuando el árbol no esté muy afectado. «Desde Nueva Zelanda nos dicen que el tratamiento puede ser efectivo en pinos que estén afectados al 50% o menos».

Y es que el hongo, de entrada, no afecta al tronco en sí. La afección tiene varias fases y la clave está en actuar entre medias. Según detalló Azkarate, el hongo enferma la acícula del pino insignis, es decir la hoja del árbol, que va cambiando de color hasta que se cae. «Se cae una vez y, en cuanto empieza a crecer, vuelve a ser verde pero es entonces cuando el hongo vuelve a dañar, precipitando otra vez su caída».

En su ciclo natural, esta conífera precipita las hojas dos o tres veces al año. La enfermedad aumenta ese proceso, obligando al árbol a gastar su energía, dificultando la fotosíntesis y trabando su proceso natural. «Ahí comienza a parar su crecimiento y, por tanto, se seca». En esas condiciones, la única solución es la tala «pero con la alarma que se ha encendido, la gente se ha preocupado y quizás algunas talas que se han realizado no eran tan necesarias», matiza el director de Baskegur.

Azkarate no tiene datos concretos sobre la cantidad de cortes que se están llevando a cabo este año, «porque prácticamente han empezado ahora». Por ello, subrayó que hay que tener cuidado a la hora de comparar las talas de un año a otro. «En 2017 se duplicaron las talas respecto al año anterior, pasaron de ser 1,2 millones de toneladas de madera a 2,2 en un año, y aún no estaba muy extendido el hongo». También advierte de que todas las talas que se vayan a realizar este año no vendrán obligadas por la enfermedad, sino que obedecen a diferentes razones. Y una de ellas es la antigüedad: en 2016 había 10.735 pinares mayores de 40 años.

Por otra parte, las tres diputaciones ofrecen ayudas económicas para la tala y Azkarate explica que aún no saben si es necesario ampliar el presupuesto para esta actividad. En Bizkaia el importe global de compensaciones es de 1,4 millones de euros, mientras que en Gipuzkoa, a priori, se destinarán 2,7 millones a la actividad forestal en total; de esa cantidad, 435.379 euros estarán dirigidos a la reparación de los daños causados a los bosques por incendios, desastres naturales y catástrofes. A.U.A.

 

EAEko paisaiaren %55 zuhaitzak dira, eta horien laurdenak, intsinis pinuak

Europa mailan gorenean aurkitzen da EAE zuhaitzek okupatzen duten zabalerari dagokionez. Paisaiaren %55 dira zuhaitzak eta Araba da baso azalerarik handiena duen herrialdea, Gipuzkoa portzentajerik handiena duena (%72,3 dira zuhaitzak) eta Bizkaia, bestalde, paisaia urbanoena erakusten duen herrialdea.

Hostozabalen eremuak dira nagusi, koniferoen gainetik, zeinak murrizten doazen urteen poderioz. 2016an, esaterako, 2005ean baino 10.000 konifero hektarea gutxiago zeuden. Hostozabalek, aldiz, alderantzizko joera izan dute. Bi talde hauen artean daude hain ezagunak egiten zaizkigun eta hainbat eztabaidaren protagonista diren intsinis pinua eta eukaliptoa.

Bizkaiko Basozainen Elkartea, hain zuzen, oso kezkaturik agertzen da intsinis pinuaren gaixotasunaren ondorioz alternatiba zabalduena eukaliptoa izango den ideiarekin. Intsinis pinuaren eboluzioa jaisten doa nabarmen eta horren erakusle da 2005etik 2016ra izan duen ibilbidea. Radiata espeziearen 14.000 hektarea gutxiago dago eta gutxitzen joan den bakanetarikoa da, pinaster, larix eta lawsoniana koniferoekin batera.

Eukaliptoa, aldiz, gehien hazi den zuhaitz mota izan da denbora tarte berean. Ehunekoetan 39 puntu egin du gora, 2005ean 13.023 izatetik 2016an 18.194 izateraino. Hazi-k eginiko azterketa baten arabera, gainera, nabarmentzen da eukaliptoa intsinisaren ordez landatu izan dela.

Izan ere, gero eta gutxiago landatzen dira intsinis pinuak. Honen etekina landatzetik 35 urtera ateratzen delako izan daiteke arrazoia –pinuak 40 urterekin bihurtzen dira zaharrak–; aldiz, eukaliptoak 12 urteren buruan moztu daitezke. «Bizkaiko eta Gipuzkoako oihanen %80 esku pribatuen esku dago», zehaztu du Baskegurreko zuzendaria den Oskar Azkaratek.

2005ean 36.000 hektarea birlandatu ziren intsinisarekin eta 2016an ez ziren iritsi 15.000ra; hau da, hamar urtean erdia baino gehiago gutxitu ziren birlandatzeak. Honen eragina? 2016an pinudi zaharren 21.000 hektarea gehiago egotea eta, ondorioz, mozketak areagotzea. Esaterako, 2016an %32 areagotu ziren 2011ko datuekin alderatuz.

Eukaliptoak hazkuntza handiena izan badu ere, paisaiaren protagonismoa irabazteko asko falta zaio oraindik. Intsinisaren atzetik pagondoak dira nagusi EAEn, honen eboluzioa 1996tik 55.000 hektarea inguruan mantendurik. Podiuma osatzen aurkitzen da hostozabalen baso misto epela, eta honen bilakaera nahiko paretsua izan da begia 2005ean jarriz gero (35.000 hektarea). A.U.A.