Patxi IRURZUN
IRUÑEA
Entrevue
NATXO LEUZA Y ANDRÉS GARCÍA DE LA RIVA
CINEASTAS

«Hacer la primera película sobre El Drogas es una gran responsabilidad»

Hace unos días se adelantó el teaser de esta película documental sobre la figura de Enrique Villareal, El Drogas, que busca financiación a través de una campaña de mecenazgo. El documental, aun sin titulo, aborda el recorrido artístico del músico pero también muestra sus facetas más íntimas y familiares.

El Drogas podría ser campeón mundial de txipi-txapa, tal y como muestra la imagen con la que arranca el adelanto de este trabajo, aún en fase de rodaje. Y bailar las piedras sobre el agua sería solo una faceta más en la intensa vida de alguien como Enrique Villareal, que es artista, hijo, padre, pareja, activista, pirata, poeta… El documental, con el título aún por definir (“Peleón”, apuntamos humildemente como sugerencia), es un ente orgánico, que va ajustándose a la tan ajetreada como improvisada agenda de El Drogas, quien lo mismo se planta con su guitarra frente a los juzgados tras la sentencia de La Manada que cuida de su madre, enferma de Alzheimer desde hace años. La película busca financiación a través de una campaña de crowdfunding en Verkami (El Drogas. El documental), cuyas recompensas van desde asistir al estreno de la película a pases para ensayos de El Drogas, y cuenta con un equipo de casa, con Iñaki Alforja, como director de fotografía (una presencia importantísima en el proyecto, no solo por su recorrido profesional sino también por su afinidad con Enrique Villarreal, con el que ha trabajado ya anteriormente), Daniel Ciaurriz en el sonido, Rosa García y María Guzmán en la producción y Fermín Urdánoz en el diseño. Andrés García de la Riva y Natxo Leuza son los directores.

 

¿Cuál fue la idea original del documental? ¿tenían claro desde el principio la idea de rodar algo sobre El Drogas?

Andrés García de la Riva: En realidad la primera idea fue que queríamos hacer algo sobre música. Natxo y yo hemos trabajado juntos en el festival Punto de Vista y siempre habíamos comentado la idea de hacer algo sobre ese tema, que es el que más nos une. Empezamos a darle vueltas y la figura de El Drogas surgió como algo casi natural.

Natxo Leuza: Ahora, sin embargo, no queremos que sea solo un documental sobre música o rock and roll, sí queremos que la música tenga importancia, pero acotarlo solo a eso sería como acotar también la historia de Enrique, cuando cualquiera que lo conozca sabe que su figura trasciende lo puramente musical.

A.G.R.: Sí, porque una vez que te acercas un poco a El Drogas y ves las múltiples facetas que tiene te das cuenta de que la música es solo una de ellas, y, por ejemplo, su parte familiar, íntima, como abuelo, padre, pareja, es tan rica, que te encuentras con un personaje absolutamente interesante.

El teaser que han adelantado, de hecho, en el que se incluyen imágenes de diferentes conflictos, luchas sociales, etc., ya da pistas en ese sentido, y define también la personalidad peleona de El Drogas.

N.L.: Sí, en el teaser queremos mostrar dos tonos, uno desde el presente más pausado, con cámaras lentas, con su propia voz en off, que nos va dando pistas de su presente y su futuro, pero de vez en cuando rompemos con un montaje mucho más ágil e imágenes de archivo, de los años 70 y 80, y con referencias a lo que ha sido la sociedad en esa época. Para nosotros es superimportante contextualizar lo que ha sido la vida de Enrique porque eso explica por qué él es así, por qué piensa así.

 

¿Cuál es la implicación de El Drogas en el documental? ¿él sugiere, interviene?

N.L.: Nos ha dado total libertad. El Drogas primero es artista y respeta mucho a los artistas. Sí que Andrés y yo hablamos mucho con él, vamos viendo, tanto con él como con Mamen –la pareja de El Drogas, su “socia”–, qué es los que quiere, lo que no, pero siempre con un respeto y una flexibilidad brutal. No hay ningún tema que no haya querido tratar. En realidad a nosotros nos gustaría implicarlo y “utilizarlo” más. Por ejemplo, Enrique escribe mucho mejor que nosotros y nos gustaría que escribiera algo, que en sus textos apareciera como voz en off…, pero con la agenda y la vida que tiene resulta complicado.

¿Cómo se las arreglan, en ese sentido, para rodar?

A.G.L.: Nosotros intentamos no molestar mucho, y nos adaptamos un poco a esa agenda. Ahora quizás comencemos a generar nosotros situaciones y escenas, hasta ahora hemos hecho mucho acompañamiento, por ejemplo, en alguna visita a su madre a la residencia.

N.L.: Una de las figuras más importantes en la vida de Enrique es la de su madre, la de la mujer en general, Mamen, su hija…, pero en el caso de su madre, que le ha dado la vida, le ha dado todo y ahora, tristemente, tiene la enfermedad del alzheimer, hemos podido ver un cariño impresionante. Haber podido entrar ahí, para nosotros ha sido especial…

A.G.R.: Y esa va ser una de las facetas que mejor se va a mostrar en el documental, esa faceta de ternura, en todos sus roles familiares, con Mamen, también… Hablan mucho entre los dos, por ejemplo, del amor que hay entre ellos, cómo lo han ido cultivando con el tiempo… La “socia” es un personaje fundamental en el documental, es la que siempre está a su lado y con la que comparte muchas cosas, de hecho si ella no lo hubiese tenido claro, este documental no habría sido posible…

 

¿Han descubierto cosas sobre El Drogas que les hayan sorprendido, que no conocieran o esperaran?

N.L.: Nosotros éramos fans de El Drogas, pero no éramos el tipo de fans que nos estamos encontrando ahora y que son los que están apoyando el mecenazgo de la película, pero conforme vamos conociendo a Enrique más cariño le vamos cogiendo, vamos viendo la vida frenética –viajar, carretera…–, que es capaz de mantener, o humanamente su trato tan cercano y humilde…

A.G.L.: Por otra parte, para nosotros, viendo todo ese cariño que le tienen sus fans –y que podemos palpar, por ejemplo, en el perfil de Facebook que hemos abierto para la película–, y sabiendo además que es la primera película que se hace sobre El Drogas, es una responsabilidad hacer este documental, estar a la altura y poder contarlo de una forma justa para él, para su memoria y para la importancia que tiene en la historia del rock de este país alguien como él.

 

La película, sin embargo, no será solo una película para fans… ¿Qué puede interesar a alguien que no conozca o no siga la carrera de El Drogas?

A.G.L.: En ese sentido, hace unos meses presentamos el proyecto al festival Docs Valencia, fue seleccionado, y estuvimos mostrando nuestra idea a productores, exhibidores, y nos encontramos con gente que no tiene esa referencia tan importante que puede ser El Drogas en Iruña, gente incluso, de otros países, que ni siquiera conoce a Barricada, y ahí nos dimos cuenta de la importancia de que esta sea una historia universal, en la que cualquiera vea una historia de éxitos, fracasos, lo que ha ganado, lo que ha perdido El Drogas, y una historia que en cierto modo se pueda “deslocalizar” (aunque la Txantrea, por ejemplo, sea un escenario fundamental, porque yo creo que la idiosincrasia de un barrio así, sus valores, lo convierte en universal…).

La propia historia de Enrique, el éxito con Barricada, lo que sufrió cuando salió del grupo, que coincidió además con el Alzheimer de su madre, cómo fue capaz de levantarse, etc. da para un guión de una película, con conflictos que pueden ser entendidos en cualquier parte del mundo.