Jon ORMAZABAL
Pelota

Jokin Altuna, ante su última frontera dentro de la jaula

Oinatz Bengoetxea, con tres enfrentamientos directos, es el pelotari coetáneo al que nunca ha vencido.

Todo en la carrera de Jokin Altuna se ha desarrollado a una velocidad de vértigo. Así, en poco más de cuatro años, el delantero de Amezketa no solo se ha hecho con las dos txapelas individuales que ahora le está tocando defender, sino que además ha llegado a convertirse en el indiscutible número uno de su empresa, cubriendo el enorme hueco dejado por su idolatrado Juan Martínez de Irujo. Sin embargo, a un pelotari tan joven no le pueden faltar retos y el sábado afronta en el Labrit iruindarra un obstáculo que hasta ahora nunca ha sido capaz de superar, enfrentarse a Oinatz Bengoetxea dentro de la jaula.

Y es que, de los pelotaris coetáneos al vigente campeón, Oinatz Bengoetxea es el único al que no ha vencido hasta la fecha. En total, han sido tres las veces en las que estos dos manistas que tanto se veneran se han enfrentado en el acotado –22-7 en la liguilla de cuartos de final de 2015 en Donostia, 22-21 en la final de 2016 en el Ogeta gasteiztarra y 22-17 en la final de la jaula de San Fermín de este año– y en todas el triunfo ha caído del lado del de Leitza.

«No he pensado ni un minuto en eso, la pelota tiene que nos enfrentamos muchas veces unos contra otros y es cierto que no he podido ganarle dentro del Cuatro y Medio, pero no es algo que me quita el sueño, ganas a unos y pierdes contra otros. Oinatz es un gran pelotari y sé que llegará el día que le voy a ganar, si es este sábado mejor y si no, la siguiente».

«El que más ritmo mete»

¿Pero cuáles son los motivos por los que Oinatz Bengoetxea es el pelotari que más se le atraganta al vigente campeón de la distancia? «Para mí es el pelotari que más ritmo le impone al juego, no te deja respirar ni un segundo. Siempre intenta jugar a ese ritmo, te vuelve un poco loco y será importante que yo imponga el ritmo, si no me va a tocar sufrir mucho», explicó el delantero de Aspe.

Tras la lesión que se produjo en Logroño y las exhibiciones del navarro en los dos primeros partidos, no parece esta la mejor oportunidad para derribar ese muro, pero Altuna no renuncia a nada. «Es el ritmo lo que me falta, me falta un poco de punch al finalizar los tantos. Cuando estás con chispa te sale todo bien y ahora no me han salido bien las cosas, pero le doy un valor tremendo a llegar a semifinales sin estar bien».

Sin embargo, Oinatz Bengoetxea espera enfrentarse al mejor Altuna, ya que lo ha visto bien en los dos partidos que ha ganado «pero se enfrentó a un Joseba Ezkurdia que está como un titán, le da una velocidad increíble a la pelota y está un escalón por encima». En la final de julio arriesgó mucho en sus remates y pretende repetir. «Ahora se juega así, el que ataca primero ataca dos veces, pero luego se hace lo que se puede».

El «pequeño disgusto» de Oinatz

Oinatz Bengoetxea abandonó ayer el Labrit con «un pequeño disgusto» por el material que se encontró en el cestaño de cara al sábado. «Esperaba pelotas más rápidas. Es una semifinal, el Labrit no es un frontón rápido y pensaba que habría pelotas más rápidas. Tienen toque pero son bastante mansas y me voy con ese pequeño disgusto pero bueno, es un material puesto de antes y así parece que las cosas se hacen sin favoritismos y por eso no hay quejas por mi parte», apuntó.

En la final del Ogeta de 2016 cada uno le hizo bastante daño al rival con su material y por ese lado puede ser un factor importante, aunque el de Asegarce insistió en que será el juego de uno y otro el que decante el desarrollo del juego.

Jokin Altuna, por su parte, no puso ningún pero a lo que encontró. «Son las pelotas con las que llevamos año y pico y no veo mucha diferencia de unas a otras. Sí que es verdad que una de las que he cogido anda más por el suelo». J.O.