Jon ORMAZABAL
Pelota

Ezkurdia, un paso adelante

El de Arbizu jugará su primera final individual tras frenar en seco la remontada de un Mikel Urrutikoetxea que confirmó su progresión pero que no pudo con la velocidad que el navarro imprimió a la pelota en Bilbo.

URRUTIKOETXEA 17

EZKURDIA 22

 

Algo debió de cambiar en el interior de Joseba Ezkurdia aquel 8 de marzo cuando, acompañado por José Javier Zabaleta, el de Arbizu logró estrenar su palmarés de profesional en el mismo Bizkaia que ayer lo vio colarse a su primera final individual. Las consecuencias de aquel Big Bang se han visto en verano y amenazan con extenderse en el tiempo a la vista del nivel de confianza que esa txapela a otorgado al delantero de Aspe. Aunque su superioridad fue latente durante la mayor parte del partido, un detalle, una jugada, clave a la postre, definen a ese nuevo Ezkurdia. Urrutikoetxea, ese que nunca se rinde, y confirma su mejoría, había conseguido, gracias al saque-remate, crear las primeras dudas en mucho tiempo al de la Sakana al acercarse a cuatro tantos, 19-15, pero el Ezkurdia actual esta vez no dudó, se supo superior, dio un paso adelante, se hizo con el control del tanto con un resto, el primero, de aire, tanto que terminó con un dos paredes marca de la casa, jugada con la que, poco después, finiquitó su triunfo.

Esa fue la gran diferencia, la que separa a los buenos de los mejores, entre los que está el actual Joseba Ezkurdia, porque quizá sin tanta superioridad como la mostrada en la primera parte de la semifinal, pero sí que habíamos visto a un Ezkurdia mandón en todas esas oportunidades, incluso ante el propio Urrutikoetxea, en las que el navarro se quedó a las puertas.

No es que desde primavera haya inventado nada nuevo, pero sí que, con la fe que ha adquirido, la endiablada velocidad que imprime a la pelota está siendo más efectiva que antaño.

Daño de saque

En un Bizkaia cuya pared izquierda agarraba la pelota, se enfrentaron el mejor saque y el mejor resto del circuito y se impuso el primero. Y no porque el vizcaino tuviera un mal día en esta faceta, levantó pelotas muy complicadas, pero al margen de los cinco tantos que recibió con el primer pelotazo, el saque le dio el control de los tantos a Ezkurdia que, sin titubear, aprovechó a la perfección. A Urrutikoetxea la pelota le salía con una velocidad menos y, en las pocas oportunidades que tuvo de llevar la iniciativa, se topó con la férrea defensa de un Joseba Ezkurdia que parecía crecer a cada tanto, llegando a ponerse 4-14 y 9-18 por delante.

Vista la superioridad del rival, cualquier otro hubiera arrojado la toalla, no un Urrutikoetxea irreductible que le respondió con sus mismas armas. Arriesgó y acertó en el saque-remate, llegó a ilusionar a los suyos, pero Ezkurdia lo frenó en seco.

 

«Las decisiones las tenía que tomar yo»

Visiblemente emocionado tras conseguir el pase a su primera final individual, Joseba Ezkurdia reconoció que una de las claves de su victoria ante un duro rival como Urrutikoetxea estuvo en no vacilar. «Estoy muy contento. He dado ritmo al partido, sabía que las decisiones las tenía que tomar yo y no especular con ellas. Tenía la experiencia de que a veces dejaba que las cosas pasasen pero en esta ocasión he venido concienciado de que era yo quien tenía que coger el peso», apuntó.

La resistencia de un Urrutikoetxea inferior en chispa no pilló por sorpresa a un Joseba Ezkurdia que notó cierta desconexión en su juego cuando el de Asegarce se le arrimó en el marcador «cuando encontró sensaciones con el saque. Sin embargo, he podido llevarme la victoria y esto es fruto del gran trabajo que he realizado durante los últimos años», analizó un pelotari que en la final espera a un Jokin Altuna muy distinto al que pasó por encima en el Atano III. J.O.