Imanol CARRILLO
DONOSTIA
54º BEHOBIA-DONOSTIA

Aroa Merino supera el récord y Jaume Leiva se queda a 3 segundos

La corredora canaria se caló la txapela por tercera vez consecutiva y además estableció el mejor registro del nuevo circuito con 1h09:44. A tan solo tres segundos de la mejor marca masculina se quedó el catalán Jaume Leiva en su segunda victoria. Todo ello en una jornada marcada por el viento sur pero, sobre todo, por el magnífico ambiente.

«¿Que, no te animas a correr el año que viene?», le preguntaba un amigo a otro de una acera a otra en el Paseo Colón de Irun, cuando los distintos grupos de salida de la Behobia-Donostia aún se suelen mantener bastante unidos. «Este año no me ha dado tiempo para entrenar. El convenio de casa lo tengo; me falta el del trabajo para prepararlo», le respondía de manera jocosa el otro amigo, junto a su pareja y sus dos hijos, mientras los corredores avanzaban en su aventura de enlazar la localidad irundarra con la donostiarra.

Mientras ambos vociferaban en un ambiente ideal para presenciar la carrera –no tanto para los participantes, porque el viento sur pasó factura a más de uno–, a la meta del Boulevard llegaban ya los primeros corredores. El catalán Jaume Leiva cumplió los pronósticos y se hizo con su segunda victoria (1h00:22) tras la de 2012, al borde del récord de la prueba puesto que se quedó a solo tres segundos de igualar el crono de Carles Castillejo en 2016 en el recorrido actual que se corre desde 2014 (1h00:19). Alberto Juzdado sigue manteniendo la mejor marca de todas, que lo consiguió en 1996 (59:19).

«Ganar es un subidón. Quiero mucho a la Behobia y a la gente de aquí. Siempre me han estado apoyando y eso es maravilloso», explicó Leiva tras cruzar la línea de meta. El de Terrassa comenzó a dirigirse hacia la victoria en las últimas cotas del alto de Gaintxurizketa, donde aceleró para descolgar al alavés Iván Fernández y quedarse solo con Iraitz Arrospide. Y después dio otro latigazo que obligó al corredor de Villabona a ceder y dejarle ya expedito el camino al triunfo a mitad de carrera.

Con todo a su favor, el objetivo pasó a ser otro: batir el récord histórico de la prueba de su vecino Carles Castillejo, que corría sin opciones tras su lesión sufrida en julio. Sin embargo, le sobraron tres segundos para mejorar el crono.

Por detrás, Iraitz Arrospide mejoró un puesto respecto al año pasado, cuando fue tercero, y cruzó la meta en segunda posición (1h01:47). Iván Fernández, que por fin pudo correr tras varios años en los que se quedó con la miel en los labios por compromisos deportivos, completó el podio masculino con un tiempo de 1h01:56.

Tercera txapela para Merino

Sí que hubo récord en la categoría femenina. La canaria Aroa Merino no solo se conformó con hacer triplete –había ganado en 2016 y 2017–, lo que iguala con tres triunfos con Rocío Ríos y Begoña Zúñiga, sino que estableció el mejor registro del nuevo circuito con una marca de 1h09:44, superando a la de Vanessa Veiga (1h09:58). El mejor tiempo de todos, en el recorrido antiguo, sigue en manos de Trihas Gebre (1h08:07).

La lanzaroteña tuvo un bonito gesto al entregar su trofeo de ganadora a Kathrine Switzer, actualmente escritora y comentarista de televisión estadounidense y la primera mujer en correr un maratón con dorsal. Ayer no pudo correr por lesión.

Merino se hizo con el triunfo después de quitarse la compañía de su gran rival, Diana Martín, para hacer gran parte de la prueba, desde el kilómetro 5, sin competencia y plantarse sola en la meta de Donostia. La madrileña fue segunda (1h10:39) y la aragonesa Alicia Pérez completó el podio (1h14:21).

Por detrás, fueron llegando los 24.914 corredores que cruzaron la meta, cada uno con su historia, como los participantes con causas solidarias –entre ellos el exfutbolista Xabi Alonso, que bromeó al señalar que Xabi Prieto, también exjugador, corrió «como jugaba, a ritmo caribeño»–, los que corrían acompañados por sus hijos pequeños en silla, invidentes y sus ayudantes, o incluso esos –bastantes– seguidores del Betis –seguro que acabaron la jornada de maravilla tras la victoria de su equipo ante el Barça– que se sintieron como en casa gracias al viento sur y a la maravillosa atmósfera que se crea en una de las mejores carreras populares.