M.I.
«Malos tiempos en el Royale»

Se puede hablar de un género tarantiniano

Antes que nada Drew Goddard fue un creador de series televisivas, entre las que figuran “Alias”, “Angel”, “Buffy, cazavampiros”, “Daredevil”, “The Defenders” o “Perdidos”. A medida que su fama ha ido creciendo en la pequeña pantalla ha podido hacerse con encargos en Hollywood, y en estos momentos prepara la superproducción “X-Force” (2019), lejos ya de su primer largometraje independiente y terrorífico “La cabaña del bosque” (2012). “Malos tiempos en El Royale” (2018) es por lo tanto se segunda realización, con la que busca convertirse en un guionista y director de culto.

Pero Tarantino le lleva mucha ventaja con mucho más camino recorrido, así que la conexión entre “Los odiosos ocho” (2015) y “Reservoir Dogs” (1992), en cuanto reformulación de los escenarios cerrados sobre sí mismos con varios personajes dentro y un misterio a resolver en la mejor tradición de Agatha Christie, ya está inventada. Aún así, la sofisticación visual y el muy bien contrastado reparto fueron atractivos más que suficientes para que la película clausurase la última edición del SSIFF con todos los honores. Jeff Bridges domina su papel disfrazado de sacerdote, con Jon Hamm de vuelta a los años 60.