Raimundo Fitero
DE REOJO

Un saxofón

Mientras suene un saxofón, quede algo en cualquier botella, las luces no deslumbren y las palabras no escuezan, la vida puede ser maravillosa. El mando a distancia es una extensión del estado de ánimo más circular, el que no sale de un círculo vicioso, aunque siempre busque lo más virtuoso. Hay ratos en el que doy tres vueltas a mis doscientos canales en apenas siete minutos. Estoy por establecer una tabla de récords. Hay canales a los que llego por gravitación y mis dedos reaccionan como si fuera un resorte nuclear. En un porcentaje amplio de canales encuentro algún programa que en algún momento de una gripe te puede acompañar durante unos segundos, unos minutos o alguna siesta con sudores.

Interesan programas, series, películas, partidos. De uno en uno. Los televidentes somos incansables infieles, por lo que los resultados de audiencia siempre forman parte de un recuento estático, nunca dinámico. El día que se contabilicen todas las pantallas, se reventará la hegemonía de las generalistas. Abogo por un nuevo paradigma estadístico. A los políticos de bajo rendimiento intelectual se les reconoce por las veces que pronuncian España. Se me ha colado esta frase que debe servir de paréntesis.

Ha vuelto en #0 “Radio Gaga” que tiene una sensibilidad especial que lo hace único. Su nueva temporada la inició en Chueca, el barrio arcoíris de Madrid y cuando parecía que podía caer en su propia trampa del tópico facilón, nos mostraron otras realidades que deben ser defendidas: una madre con su hija, nacida chico, o como se definió una mujer con pene. Dos sexagenarias lesbianas, pareja desde hacía meses, una de ellas no lo había ni intuido. Dos ancianas del barrio, una totalmente tolerante y otra con reticencias homófobas. La realidad. Un gran programa. Suena un saxofón.