Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - KIROLBET BASKONIA

Voigtmann, la pesadilla de Unicaja

Con el pívot alemán mostrando su mejor nivel, los de Perasovic, usando apenas ocho jugadores, apabullaron a los malagueños.

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Si con la ausencia de Shengelia se presentaba difícil ganar en Málaga, no facilitaba la tarea la ausencia de última hora de Jayson Granger, de baja por molestias en el tobillo izquierdo. Ello obligaba a Perasovic usar solo ocho efectivos –a la antigua usanza de los técnicos balcánicos– o tirar de los jóvenes Miguel González y Penava. La elección del técnico de Split fue la de optar por sus «ocho magníficos» y, visto lo visto, no le fue mal. Sobre todo porque Voigtmann, libre de esos extraños complejos que tanto lo acogotan, fue una pesadilla para Unicaja y el indiscutible líder de un Baskonia que ganó y disfrutó.

Cuando menos se esperaba, el arranque baskonista fue fabuloso. Un parcial de 0-12 con Johannes Voigtmann dando el paso adelante que tanto se le reclamaba, pese a que el puesto de ala-pívot no sea de su agrado. La defensa ahogaba la creación de Jaime Fernández y a partir de ahí todo resultó más sencillo.

El cuadro malagueño precisó un tiempo muerto para empezar a carburar, pero no lograba detener a un Voigtmann desatado. El 12-20 del final del primer cuarto se cimentó en 9 puntos, tres rebotes y dos asistencias del poste alemán, que volvió a demostrar que cuando está centrado, es el jugador de más talento de este Baskonia. Y a la estela del alemán, el arranque del segundo cuarto no fue peor: un parcial de 2-10 para que Luis Casimiro parase de nuevo el tiempo: 14-30, y los aficionados baskonistas frotándose los ojos.

Unicaja debía ir a remolque y buscando recursos de su extenso banquillo ante un Baskonia cuyo único lunar era la de las faltas de Diop y Poirier. Waczynski y Dani Díez aportaron unos puntos saliendo del banquillo, pero los gasteiztarras replicaron a golpe de triple –7 de 13 en el descanso; 12 de 24 al final–, para irse a los vestuarios con 31-45, después de que los ocho efectivos anotaran.

Remate en el tercer cuarto

Había que ver si los gasteiztarras eran capaces de aguantar el ritmo y si Unicaja entraba a la carga en el tercer cuarto. Increíblemente, no fue así, de modo que los de Perasovic pudieron seguir apretando las tuercas. Poirier entró en anotación, y con otro parcial de 2-10, el partido iba a quedar resuelto a falta de 16 minutos: 33-55.

Los gasteiztarras jugaron con seriedad defensiva hasta casi el final, mientras que en ataque, con los triples de Vildoza y los puntos finales de Diop, dieron un puñetazo sobre la mesa. Perasovic pudo incluso dar descanso a sus piezas de cara al partido de Euroliga del jueves.