Jabier Estebanez «Gorri»
Coordinador de Eusko Alkartasuna Donostia
KOLABORAZIOA

Termina la legislatura de la comunicación

Se acerca el final de la legislatura y llega la hora de los balances. Se acerca el día en que, en mayo, la ciudadanía elegirá –como mínimo– a sus representantes en ayuntamientos, Juntas Generales y Parlamento europeo. Lo menos que los representantes políticos, tanto quienes ostentan responsabilidades de gobierno como quienes están en la oposición, deben a sus futuros electores es hacer un balance sensato de una legislatura que para Eusko Alkartasuna de Donostia ha tenido tres características: comunicación, inacción y la renuncia por parte de PNV y PSE-EE.

Decimos que la comunicación ha sido uno de los ámbitos en los que más ha trabajado el Gobierno municipal de PNV y PSE-EE, porque día tras día han presentado a la ciudadanía proyectos que no han llegado a ponerse en macha. Mucho ruido y pocas nueces.

Con inacción nos referimos a que tanto PNV como PSE-EE han enterrado casi todas aquellas propuestas y reivindicaciones en las que insistieron machaconamente durante los cuatro años de durísima oposición a EH Bildu. Los ediles jeltzales pasaron de sujetar la pancarta en el vial de Carlos I a eliminar cualquier partida presupuestaria sobre este asunto. Lo que con EH Bildu era urgente, dejó de serlo con el cambio de Gobierno municipal.

Otro tanto se puede decir de las peatonalizaciones. Después de pasarse cuatro años exigiéndolas al equipo de Juan Karlos Izagirre, la actual legislatura terminará sin que una sola calle se haya peatonalizado. Pese a supuestas intenciones, debidamente publicitadas, lo cierto es que los últimos cuatro años pasarán a la historia por ser en los que menos espacio se ha recuperado para los peatones en los últimos 25 años.

También hemos visto cambios importantes a la hora de hablar de diferentes proyectos viales. Así, esos mismos bidegorris que con el gobierno anterior eran un desastre y peligrosos, además, han pasado a ser reconocidos en las propias publicaciones del actual departamento de Movilidad como «libres de accidentes».

La inacción de PNV y PSE-EE descansa sobre el colchón de la ingente labor realizada durante la legislatura de Gobierno de EH Bildu, ya que Goya y su equipo comenzaron su mandato inaugurando los proyectos realizados por el equipo de Izagirre, como la estación de autobuses (tras más de 20 años de provisionalidad) o Tabakalera.

La renuncia es la tercera característica, decíamos: El gobierno municipal no cumple los objetivos que se había marcado por ejemplo en cuanto a control de gasto, por ejemplo: si en 2016 el ahorro corriente suponía el 4,83%, la liquidación de 2017 marcó un más que preocupante 2,57%. Muy lejos de los objetivos marcados por el propio programa de gobierno («entre 5% y 10%») y muy lejos de los datos de control de gasto de la legislatura anterior. Con el agravante de las obligaciones reconocidas en inversiones: en 2017 se ejecutó solo un 28,05% y el presente año el dato es aún peor, ya que no superará esa cifra, este porcentaje históricamente no suele bajar del 50%.

Las elecciones se acercan y la ciudadanía debe saber que, al margen de lo que digan PNV y PSE-EE en sus actos de campaña, lo que han hecho durante los últimos tres años es aplicar su rodillo y, en algún caso, intentar pactar con el PP. Como en la negociación de los últimos presupuestos locales. El ejemplo más cercano es la negociación del último presupuesto, cuando se han sentado a negociar las enmiendas parciales con los populares, descartando estudiar las medidas que ha propuesto EH Bildu, partidas por 13.300.000 euros, para responder a las urgencias sociales que tiene nuestra ciudad: generación de empleo de calidad, mejora de la calidad de vida de los y las pensionistas, acceso a la vivienda, prevención de la violencia machista y ayuda al pequeño comercio.

Han descartado esas propuestas y tampoco han planteado soluciones para que los y las jóvenes no se tengan que ir fuera de Donostia cuando se independizan por imposibilidad de acceder a los alquileres de precio récord, en una ciudad que ve morir su comercio de proximidad, mientras se dan todo tipo de facilidades a las grandes superficies comerciales.

El 26 de mayo tenemos oportunidad para poner nuestro granito de arena para conseguir una ciudad construida a imagen de las necesidades de quienes aquí vivimos, de todas y todos los donostiarras. Esto también está en nuestras manos.