Los mercados europeos están viviendo las últimas sesiones de 2018 al filo del pánico, contagiados por los desplomes de Nueva York y el repunte de la volatilidad. Ayer, el Ibex se dejaba en su cuarto día consecutivo en rojo un 1,38%, y hoy abrirá con 8.363,90 puntos. La pérdida sufrida puede considerarse hasta moderada, puesto que en la media hora anterior al cierre llegó a bajar un 2,30% y perforar el nivel de los 8.300 puntos, tocando mínimos de junio de 2016. A falta de una sesión completa y la reducida de Nochevieja, pierde un 16,73% anual. En el resto de Europa también camparon a sus anchas las ventas: Fráncfort recortaba un 2,37%; Londres, un 1,50%; y París, un 0,60%.

Había expectación por saber la reacción de las bolsas europeas, cerradas el miércoles, tras los sorprendentes saltos de los índices de Nueva York en la víspera. No era para menos. El Dow Jones y el S&P 500, que sumaron un 5%, se anotaban la mayor alza en puntos de su historia. El primero ganaba más de 1.000 puntos, mientras el segundo subía 117 puntos. También se comportaron de modo eufórico el Nasdaq Composite (+5,84%) y el Nasdaq 100 (+6,16%). Esta jornada estuvo precedida de la peor de Nochebuena en su historia, con caídas en el entorno del 3% para el Dow Jones y el S&P 500. No hubo fiesta alguna en Europa, aunque el Ibex sí trató en la primera hora de asentarse en las ganancias. Pero la apertura en rojo de Nueva York por la tarde cercenó cualquier atisbo de cambio de dirección en el sentido de la gráfica.

En el Ibex, los peores fueron Naturgy (-5,17%), Merlin (-5,31%), Endesa (-4%) y Acciona (-4%). Entre los grandes, caídas notables en Iberdrola (-3,07%), Repsol (-1,65%) y Telefónica (-1,02%). Solo IAG (+1,73%) y Amadeus (+0,94%) registraron subidas.