Todo estaba en contra, pero el Ibex resistió los desplomes de Wall Street para cerrar por encima de los 8.500 puntos. Y es que el día fue de temer, después del aviso de beneficios de Apple en el que anunciaba menos ingresos de los previstos por la venta de iPhones para el primer trimestre de su año fiscal. La cotización se hundió de inicio un 10%, aunque a la hora del cierre en Europa ya cedía menos del 9%. Los valores tecnológicos fueron detrás, con pérdidas generalizadas que llevaban al Nasdaq y el Dow Jones a bajar más de un 2% en ese momento. Los mercados tomaron muy mal la noticia, pese a que los proveedores del gigante de la manzana ya lo habían anticipado con el recorte de sus propias previsiones. Muchos analistas creen que este aviso, con el primer recorte de beneficios desde 2002, apuntala el miedo a una desaceleración agresiva.

Tampoco ayudaron los datos publicados en la jornada en EEUU. El ISM manufacturero caía hasta los 54,1 puntos, desde los 59,3 de noviembre, mientras las peticiones semanales de subsidio de desempleo crecían mas de lo esperado. Más positivo fue el informe ADP de empleo privado, que destaca la firma de 271.000 nuevos contratos en diciembre, cifra muy por encima de los 179.000 pronosticados.

Aunque la batalla no pudo terminar en el lado de las ganancias, el Ibex tan solo se dejó arrebatar un 0,31% y hoy saldrá desde los 8.523,30 puntos. En París (-1,66%), Fráncfort (-1,55%) y Londres (-0,61%) las ventas encontraron menos resistencia.

En el Ibex, los más alcistas eran Acciona (+2,06%), Telefónica (+1,66%), Enagás (+1,25%), Cellnex (+1,11%) y Santander (+0,80%). Las acciones de Amadeus (-5,50%), IAG (-3,32%), Meliá (-2,89%) y Ence (-2,56%) encajaron las mayores pérdidas.