Raimundo Fitero
DE REOJO

Millones

No es necesario esperar al aquelarre de Madrid para saber que asistirán entre un millón y dos millones de españoles preocupados por el bocadillo que le ha prometido la organización que en las últimas horas se quiere mantener secreta, porque su jugada es dar una imagen de que no es una manifestación convocada por Zipi y Zape, pero que no quieren estar en la pancarta para que parezca que ha sido algo espontáneo, que es cierto que hay unos españoles que les duele tanto España, que prefieren ir más pronto a misa para poder estar a la hora indicada bajo la macro bandera de la Plaza Colón. 

Debe estar escrito en algún manual periodístico de la secta dominante en las cabeceras madrileñas, pero nunca se cuenta de manera metódica la asistencia a estas manifestaciones del PP cuando está en la oposición, ellos cuentan por millones. Para empezar, un millón seguro, por si llueve o hay un terremoto, pero después se puede llegar hasta el absurdo. Lo que es innegable es que están teniendo una cobertura desmesurada, y como andan buscando al relator del manifiesto, alguien que cobre bien, pero dé con asistencia a la charlotada, la ansiedad se apodera de quienes están hasta las gónadas, porque casi no sabemos qué está sucediendo en Venezuela, esa patria perdida por los ultras de la derecha española.

Pues en Venezuela, el autoproclamado presidente Juan Guaidó, con un parecido físico extraordinario con Obama, ya ha insinuado que autorizaría una intervención militar extranjera. Lo de autorizar él, parece rimbombante. La excusa es la ayuda humanitaria enviada por Trump bloqueada en la frontera con Colombia. Maduro asegura que no es necesaria, pero el éxodo de venezolanos parece imparable. Intervienen los excitados contadores de millones, en un sentido u otro, para redondear dogmatismos.