Sobre las 12.30 de ayer, Efe transmitía que «Pedro Sánchez baraja convocar las elecciones generales para el 14 de abril». Según algunas fuentes, desde la Moncloa habían llamado a la agencia para poner en circulación la noticia. De inmediato se entendió esta filtración como un intento del entorno del presidente del Gobierno de presionar a los grupos soberanistas catalanes para tratar de que en la votación de mañana en el Congreso no rechacen los Presupuestos Generales del Estado y permitan que, de momento, al menos puedan seguir debatiéndose.

Al menos en las declaraciones públicas, la fontanería de la Moncloa no tuvo mucho éxito. La portavoz de ERC, Marta Vilalta, aseguró que la no se siente presionada por un posible adelanto electoral y no contempla retirar la enmienda a la totalidad de los Presupuestos. Añadió que si se confirmara la convocatoria electoral para el 14 de abril, para ERC no sería un problema porque siempre está «preparada para las urnas», y anunció que acudiría a los comicios con la independencia como proyecto político.

El presidente del PDeCAT, David Bonvehí, también negó que su sigla se sienta «presionada» por una posible convocatoria electoral y pidió a Pedro Sánchez que «se siente otra vez a la mesa» para «concretar» las propuestas que negociaban la semana pasada. Recordó al PSOE que si decide «abordar el conflicto» de Catalunya con la Generalitat, el PDeCAT estaría dispuesto a facilitar que pueda «agotar la legislatura», pero enfatizó que si en cambio «opta por convocar elecciones», no le pueden «decir nada», porque ya no depende de ellos.

Sin confirmación

Como corresponde a este tipo de movimientos tácticos, después de haber puesto a rodar la posibilidad de convocar elecciones el 14 de abril, cuando otra agencia de noticias buscó la confirmación de la Moncloa, se encontró con que nadie quería confirmar la noticia y se limitaron a señalar que el jefe del Ejecutivo y los ministros están concentrados en la defensa del proyecto de los Presupuestos Generales del Estado.

Por su parte, la 'número dos' del PSOE, Adriana Lastra, aseguró que la Ejecutiva de su partido no está «barajando ninguna fecha» para un adelanto electoral, porque no da «nunca una batalla por perdida». «Ningún miembro de la dirección del PSOE está hablando del 14 de abril» para celebrar las elecciones, afirmó Lastra en rueda de prensa, aunque admitió que si los presupuestos generales del Estado no salen adelante mañana, la legislatura «se acortará».

La derecha desconfía

Partido Popular y Ciudadanos se volvieron a mostrar ayer partidarios de que el Gobierno español convoque elecciones «cuanto antes», como se leía en la convocatoria de la finalmente menguada convocatoria del domingo en la plaza de Colón. Pero insistieron que el anuncio para el 14 de abril es más un intento de presionar a los grupos catalanes que una apuesta real de Sánchez.

La vicesecretaria de Comunicación del PP, Marta González, sostuvo que la filtración muestra que el Gobierno del PSOE está «absolutamente desesperado» ante el debate presupuestario que se inicia hoy mismo en el Congreso de los Diputados, mientras que el PP estaría «encantado» de que la convocatoria electoral se haga «cuanto antes» porque el partido está «preparado».

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, declaró en rueda de prensa que «veremos si nos quiere estafar otra vez» o si ya se ha dado cuenta de que «no se puede gobernar España con los que quieren liquidar España». Cs convoca otra manifestación para el domingo en Barcelona, volviendo a pedir a Sánchez que convoque elecciones.

Santiago Abascal, presidente de Vox, frivolizó en las redes sociales preguntando si «¿me va a regalar @sanchezcastejon unas elecciones por mi cumpleaños?».