Los congresistas republicanos y demócratas que negocian un acuerdo presupuestario para evitar este viernes un nuevo «cierre» de Gobierno llegaron el lunes por la noche a un «principio de acuerdo», que incluye 1.375 millones de dólares para construir el muro en la frontera con México, mucho menos de los 5.700 millones exigidos por Trump. Aún falta que la Casa Blanca otorgue el visto bueno. Si no lo aprueba, podría darse un nuevo «shutdown».

El anuncio del acuerdo se produjo poco antes de que Trump se subiera al estrado en la ciudad texana de El Paso, en la frontera con México. «Probablemente tengamos buenas noticias, pero quién sabe», dijo.

Ante miles de asistentes, muchos con los sombreros rojos de la campaña «Make America Great Again», defendió vehementemente la construcción del muro. «Lo necesitamos, tiene que ser construido y queremos construirlo rápido», afirmó. «Los muros salvan vidas, los muros salvan una tremenda cantidad de vidas», subrayó.

La controversia por la frontera es el tiro inicial de su campaña por la reelección en 2020, y el acto en El Paso dio una muestra de los que está por venir.

El alcalde de El Paso, Dee Margo, negó sin embargo que la construcción de un muro haya cambiado en algo la seguridad de los habitantes de la ciudad. «No es realmente así», señaló en declaraciones a AFP. «Estábamos a salvo antes y lo estuvimos después», agregó. Muy cerca de allí, la ascendente estrella demócrata Beto O’Rourke, posible rival para Trump en 2020, celebró un mitin con un mensaje completamente opuesto.

El exlegislador O’Rourke, que en noviembre estuvo a punto de arrebatarle al republicano Ted Cruz el escaño en el Senado por Texas, es de El Paso.

«Esta noche –por el lunes–, las mentiras y el odio se encontrarán con la verdad y la visión positiva, ambiciosa incluso, para el futuro de la frontera mexicano-estadounidense», resaltó.

Sobre el principio de acuerdo, fuentes del Congreso filtraron que incluye 1.375 millones para financiar el muro. La cifra acordada podría financiar unos 89 kilómetros de muro en el área del valle del Río Grande, en el sur de Texas, indicaron.

En diciembre, la disputa presupuestaria del presidente con los demócratas llevó a un cierre parcial de la administración federal de cinco semanas que obligó a licenciar sin sueldo a 800.000 empleados federales.