Ane URKIRI ANSOLA
PREPARÁNDOSE PARA EL BREXIT

La inmediatez del Brexit remueve las tripas de las empresas

«Hay que prepararse para lo peor». Es lo que defienden los expertos, aunque ven poco probable que el Brexit se materialice sin acuerdo. Aconsejan a las empresas que vayan interiorizando el cambio porque, si no, «estaremos en las mismas en diciembre de 2020, cuando termine una posible transición».

La cuenta atrás para la salida de Gran Bretaña de la Unión Europea es una realidad que preocupa. Restan 44 días para el 30 de marzo, día en el que se efectuará la salida, con acuerdo o sin acuerdo, según reiteró ayer mismo Theresa May en la Cámara de los Comunes.

Y porque ese es el mensaje más repetido entre tanta incertidumbre, empresarios y trabajadores vascos están deseosos de recibir alguna pista que les ilumine el camino de los negocios. En el encuentro mantenido ayer en Bilbo, un empresario que está en proceso de internacionalización quiso saber qué debe hacer. «¿Exportar lo antes posible o esperar?». Chris Dottie, presidente de la Cámara de Comercio Británica en el Estado español y director general de Hays España, le aconsejó que no espere hasta finales del 2020 pero que tenga calma, al menos, «durante 50 días», hasta saber cómo se va a producir la salida. Porque el adiós puede ser de forma abrupta –de un día para otro– o puede tener un periodo de transición hasta finales de 2020 en el caso de que se logre algún acuerdo antes del 29 de marzo.

Esas consultas y consejos, así como algunas explicaciones sobre la realidad británica, estuvieron a disposición de las más de 400 personas que se dieron cita en el Palacio Euskalduna y en la que, además de Chris Dottie, participó como ponente el embajador en el Estado español, Simon Manley. El diplomático fue el que más calma trasladó a los asistentes: «La salida no cambiará nuestro ADN; siempre hemos estado abiertos a la inversión extranjera. Necesitamos talento extranjero de todo tipo, incluso futbolistas».

Con ese discurso quiso quitar un poco de hierro al asunto e instalar cierto optimismo. Lo contrario de lo que expresó Xiana Méndez, secretaria de Comercio del Gobierno de Pedro Sánchez, una semana antes en otro evento que tuvo lugar en Donostia. Un Brexit sin acuerdo acarreará muchas fricciones y Méndez advirtió de que en ese caso, Gran Bretaña pasaría a ser un país tercero para la Unión Europea a partir del 30 de marzo; es decir, estaría bajo las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC): «Pasaría a ser un país como Japón». Y aconsejó al centenar de asistentes que acudió a la Cámara de Gipuzkoa que aprenda a exportar e importar en un marco diferente lo antes posible.

Entre los cuatro mejores

Aprender, consultar, hacer auditorías y analizar deben ser las premisas principales de empresarias y empresarios, «porque cada una tiene sus características», remarcó ayer el presidente de la Cámara de Comercio Británica. Precisamente, el primer paso para muchos de ellos fue asistir a este evento. «La empresa en la que trabajo tiene intereses en el Reino Unido y asisto para aclarar la situación en la que estamos», comentó a GARA uno de los asistentes.

«Van a hablar los que de verdad saben, así que habrá que asistir para aprender», dijeron algunos de ellos minutos antes de empezar la jornada. «Estoy estudiando un curso de Comercio Exterior y me aconsejaron venir para conocer el contexto», explicó una de las asistentes. «Soy autónoma y me quiero preparar para lo que pueda venir», se sinceró otra de ellas.

Autónomas, trabajadoras y trabajadores, jubilados, empresarios, estudiantes... había mucha variedad y, por tanto, mucha preocupación por lo que pueda pasar con el que es uno de nuestros «mejores» clientes, según el Gobierno de Lakua y el propio embajador británico.

Ya la Cámara de Comercio de Gipuzkoa subrayó la posición que tiene Gran Bretaña como importador y exportador. Es el sexto estado con más fuerza en las importaciones al territorio guipuzcoano, y en exportaciones es el tercer mejor destino. Esos datos se ven mejorados si hablamos en el conjunto de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa. «Se encuentra entre los cuatro mercados más importantes. 500 empresas vascas tienen alguna relación con ese país y 60 industrias tienen alguna oficina comercial instalada en suelo británico», indicó la consejera Arantxa Tapia.

«No hay necesidad de huir, aunque es verdad que muchas empresas quieren tener representación en la Unión Europea por si acaso», puntualizó Dottie. De creerle, a corto plazo tampoco habrá que preocuparse del capital humano, es decir, sobre la nueva política de migración. «No creo que a mí me echen de España», bromeó el director de la empresa dedicada a la selección de personal, que cuenta con 300 socios, la mitad de ellos británicos y la otra mitad con intereses en Gran Bretaña.

«El 66% tiene más miedo ahora que hace dos años y el 46% cree que una salida abrupta será muy negativa para sus negocios», precisó.

Todos los ponentes que intervinieron en Bilbo y en Donostia tienen claro que un mínimo acuerdo tiene que alcanzarse «porque, si no, va a ser un caos». Empezando por las aduanas, en las que dos minutos de retraso en los controles pueden provocar 10 km de retenciones, y siguiendo por las posibles disrupciones en los viajes aéreos.

«Los platos rotos los pagaremos los de siempre, los ciudadanos y las empresas pequeñas», indicó un empresario jubilado de ZIV, que trabaja en sintonía con Scottish Power, filial de Iberdrola. Acudió para informarse, al igual que un consultor que esperaba de esta jornada «aclarar todo, dentro de lo que se pueda aclarar». Se atrevió con un pronóstico y confía en que haya un acuerdo antes del día D.

Agotamiento

El Gobierno británico afirma que no permitirá que cobren menos de 30.000 libras anuales (33.000 euros) quienes quieran entrar después del Brexit «y, por ejemplo, yo conozco pocos profesores de inglés nativos que cobren por encima de esa cifra en España», señaló Dottie.

«¿Por qué han invertido en el Reino Unido empresas como Gestamp o CAF a pesar de la incertidumbre?», preguntó el embajador Manley, para argumentar que la salida sin acuerdo «es poco probable».

Pero en Donostia advirtieron de que se funciona «con las tripas» por encima de la razón. «Ya pasó en el referéndum y puede pasar ahora», recordó Pedro Esnaola, presidente de la Cámara de Gipuzkoa.

Arantza Gómez, profesora del Centro de Estudios Brexit de la Universidad de Birmingham, opina que la ciudadanía británica «está agotada y quiere que se acabe la historia, de una manera u otra. Está consumiendo tantos recursos y tanto tiempo que está perjudicando el avance de algunos sectores».

Y Dottie aconseja que, si se abre un periodo de transición, «aprovechemos para prepararnos porque, si no, en diciembre de 2020 estaremos igual».