Carlos Couso, portavoz de los cuatro parlamentarios de Orain Bai, aseguró ayer que han decidido «aparcar» la expulsión de Ainhoa Aznárez del grupo parlamentario Orain Bai-Podemos. Pese a ello, Couso sostiene que Aznárez debería de dimitir por «coherencia y ética» e insiste en que no es la presidenta que merece el Parlamento.

De este modo, parece que Orain Bai (escisión de cuatro parlamentarios del grupo originario de Podemos que no mantienen la disciplina del partido con el que se presentaron) entierra el hacha de guerra contra sus excompañeros. Esta disputa había mantenido en vilo a toda la Cámara puesto que el procedimiento de expulsión de Aznárez, Mikel Buil y Tere Sáez ponía en riesgo el control de la Cámara por parte del cuatripartito.

Orain Bai registró el mismo día en que se aprobaron los últimos presupuestos la expulsión de los compañeros de grupo que seguían las directrices de Podemos. La Mesa del Parlamento encontró defectos de forma en esta petición que fue sometida a distintos estudios jurídicos. Dos meses después, los letrados del Parlamento urgieron a la Mesa a adoptar una decisión política y esta falló en contra de dicha expulsión.

Los parlamentarios de Orain Bai, a modo de vendetta, tumbaron el pasado pleno los cambios del Reglamento del Parlamento que abrían camino a la nueva Ley de Participación. Laura Pérez, exsecretaria general de Podemos, confirmó que tumbó esa ley como respuesta a la negativa de la Mesa a esta expulsión.

Couso aseguró que este proceso interno ha derivado en discrepancias «muy gordas» con el resto de socios. No obstante, aseguró que ellos no son «rencorosos». Por otro lado, trató de quitar hierro al cruce de acusaciones con EH Bildu, que es muy crítico con el desmarque de última hora del pleno de la semana pasada. La coalición abertzale llegó a señalar que la credibilidad de Orain Bai queda muy tocada después de echar atrás una propuesta que llevaba su firma.