Maite UBIRIA BEAUMONT
BAIONA

Toma posesión Eric Spitz, el prefecto que gestionará la seguridad del G7 en Biarritz

El hasta ahora prefecto de Drôme, Eric Spitz, tomó ayer posesión como prefecto de Pirineos Atlánticos. El alto funcionario tendrá una misión clave: la aplicación sobre el terreno del plan de seguridad que regirá en la cumbre del G7 que se celebrará, en agosto, en Biarritz.

El relevo, oficialmente por motivos de edad, de Gilbert Payet, hasta ahora prefecto del departamento que engloba a Bearn e Ipar Euskal Herria, cobra una dimensión especial en razón del desafío que para la seguridad del Estado francés implica organizar la cumbre anual del G7.

En una rueda de prensa celebrada, el pasado 26 de enero, en el Ayuntamiento de Biarritz, el hasta ayer prefecto de Pirineos Atlánticos expuso los planes de seguridad que regirán durante la cumbre, dando los detalles de los distintos perímetros que se establecerán en la villa labortana y que alterarán completamente la vida local, entre el 24 y el 26 de agosto.

En esa comparecencia quedó patente la diferencia de perspectiva con que el representante estatal y el alcalde biarrot abordaban la cuestión de «las molestias que acarreará a la población» la acogida del controvertido evento internacional.

Así, mientras el primer edil centrista, Michel Veunac, trataba de conjurar los temores de muchos ciudadanos de que Biarritz se transforme en esas fechas, claves para el turismo, en una ciudad fortaleza, el prefecto confirmaba que los vecinos de la zona en que se reunirán las delegaciones internacionales deberán portar de manera permanente distintivos de identificación para poder transitar -siempre a pie- por las calles adyacentes a la Gran Playa, que quedará cerrada al público.

En una segunda zona, que comprende prácticamente todo el centro de la ciudad, será preceptivo contar también con pases para poder entrar y salir, limitación que regirá tanto para residentes como para turistas.

Apenas una semana después de presentarse esa versión, todavía provisional, del plan de seguridad, la Presidencia de la República anunciaba el relevo al frente de la Prefectura de la que dependerá la aplicación sobre el terreno de dicho dispositivo.

El cesado Gilbert, que no deja un balance demasiado positivo en materia de mediación con los actores locales, mostró en la prensa local su malestar por ese «abrupto relevo».

Ayer, el funcionario alsaciano Eric Epitz, que ha pasado por territorios en los que la reclamación política -fue prefecto en Polinesia y ejerció de alto comisariado de la República en Nueva Caledonia- y social -Guyana- ponen periódicamente a prueba a los representantes del Estado, asumió su cargo en Pau. Un nombramiento a la altura de un reto de envergadura.