Idoia ERASO

Un nuevo museo que hará brillar el gran fondo artístico de Baiona

El Museo Bonnat-Helleu cerró sus puertas en 2011 y durante estos años se ha ido dibujando un proyecto que quiere estar a la altura del fondo de 7.000 obras con el que cuenta. El nuevo recinto abrirá sus puertas en el 2021 con el doble de la superficie anterior.

El Greco, Rubens, Goya, Miguel Angel, Degas, Leonardo da Vinci, Rembrandt, Rafael, Delacroix... son algunos de los artistas que están representados entre las 7.000 obras que forman el fondo del que será el nuevo museo Bonnat-Helleu de Baiona. Pinturas, dibujos y esculturas forman parte de una colección que se «encuentra entre una de las más famosas entre París y Madrid», y que contará con un espacio de 2.000 m2 para poder ser mostrados ante el público. También se dará un lugar importante al pintor baionarra Léon Bonnat, sobre todo en el ámbito del retrato que es el más conocido, pero sin olvidar su importancia como coleccionista ya que el museo lleva su nombre debido a que al morir, en 1922, dejó su colección privada de 3.000 obras a la institución. La Escuela de Baiona también tendrá un lugar importante entre las obras del museo, toda la creación de la época entre 1880 y 1930.

Situado en el barrio de Baiona Tipia, el alcalde de la ciudad Jean-René Etchegaray, decidió trasladar la escuela pública que se encontraba junto al museo para ofrecer su espacio al nuevo proyecto. El interior de la escuela será totalmente derruido, y tan solo se conservará la fachada. «La apuesta se basa en la conservación de las obras in situ, a la que se suma la necesidad de disponer de superficies suficientes para responder a los imperativos de un museo del siglo XXI» han declarado desde el Consistorio labortano. Benjamin Coilleaux, el nuevo director del museo, explica que su objetivo es conseguir un museo «más abierto», y añade: «Mi rol es el de ajustar lo más posible la colocación de las obras en el museo».

Coilleaux tomó la dirección de la institución el pasado setiembre, para cuando llegó el diseño y el objetivo del proyecto ya estaban decididos, su función se centra en la concepción del discurso que se ofrecerá al público: «La colección de que dispone el museo es una de las más ricas de Francia, por eso estamos preparando programas, aunque todavía estamos en los comienzos».

Hasta ahora tan solo una pequeña parte del gran fondo estaba expuesta el público, pero eso cambiará en el museo renovado, ya que se proyecta mostrar 1.300 obras en la colección permanente, que dispondrá de un recorrido de unas 20 salas que irán desde la antigüedad hasta mediados del siglo XX. La colección más importante es la del siglo XIX, que es la época en la que se creó el museo. Se trata sobre todo de artistas franceses como Edgard Degas o Eugène Delacroix, aunque también hay obras de Joaquín Sorolla o Federico Madrazo, que fue uno de los maestros de Léon Bonnat.

«La parte de las pinturas antiguas es menor» explica Couilleaux, «hay una colección entre el Renacimiento y el siglo XVIII, que es bastante importante, pero me parece que ganaría mucho si se enriqueciese. Evidentemente estas obras son difíciles de encontrar, y por lo tanto muy caras. Pero también se podrían crear colaboraciones con otras entidades, como los depósitos del Estado».

Aproximadamente la mitad del fondo pertenece al Estado, aunque está gestionado por el Ayuntamiento. «Como París forma parte del proyecto, apelamos a ellos recurrentemente, especialmente en lo que se refiere a la conservación de las obras y a la seguridad. Solemos trabajar con los servicios del Louvre y del Orsay» afirma Couilleaux.

Gran número de dibujos

En la colección permanente habrá un gran número de pinturas, pero también una serie de esculturas y otros objetos de arte, mobiliario y cerámica. «Los dibujos suponen aproximadamente la mitad de la colección total, así que tendremos cuatro espacios dedicados a los dibujos» explica el director. Se establecerá también un espacio de conservación de dibujos, donde se almacenarán protegidos de la luz y el polvo, pero que será un espacio de consulta, accesible a los investigadores, y a las personas interesadas.

Una novedad respecto al antiguo museo, será el espacio dedicado a las exposiciones temporales. Antes se había habilitado un espacio fuera, llamado el Cuadrado Bonnat, pero ahora se encontrará en el mismo edificio. Teniendo en cuenta el gran número de obras desde la dirección se está estudiando ya cuales podrían ser las temáticas o programas para las exposiciones.

«Estamos a disposición de todos los públicos, y mi papel es que la mayor parte de la población tenga acceso a lo presentado en el museo, para atraer a la población más diversa posible, según su edad, su origen geográfico...». Esta última característica es especialmente importante teniendo en cuenta que se trata de una zona con una gran atracción turística, especialmente en la época estival. Sobre la localización geográfica Couilleaux añade: «Nos interesa también, el aspecto tranfronterizo».

Desde 1898 hasta 2021

El edificio que acoge el que era el Museo Bonnat, y que ahora supondrá la mitad del nuevo edificio fue construido en 1898 basado en el proyecto creado por el arquitecto Charles Planckaert. Desde el 2011 se añadió el nombre de Paul Helleu, debido a que su hija donó uno de los fondos más importantes de las obras del artista bretón.

El nuevo proyecto llega de la mano de la agencia de Burdeos Brochet-Lajus-Pueyo, y las obras empezaron con el 2019. El presupuesto es de 21 millones de euros, de los cuales algo menos de 17 millones se utilizarán para la remodelación arquitectónica propiamente dicha.

Durante el tiempo de las obras rodeando los edificios se han instalado un fresco de 60 m que recuerda la historia del museo, desde la fecha de la creación del edificio. También se pueden apreciar algunas de las obras que estarán visibles ante el público, así como una proyección del edificio una vez finalizada la reconstrucción.

Cuando el museo abra sus puertas en el 2021 el visitante accederá desde la recepción al centro del museo por una galería abovedada que quiere dar la impresión de una calle cubierta y que será una vía directa al patio histórico del edificio, y que será el eje del recorrido a través del museo. La zona de la buhardilla se transformará en una de las salas principales, y el claustro se volverá a abrir al público. La cafetería y la tienda se situarán entre la calle y el patio.

 

El barrio de los museos, la etnografía y las bellas artes a unos pocos metros

El céntrico barrio de Baiona Tipia, se convertirá en el de los museos, ya que además del nuevo Bonnat-Helleu, no lejos se encuentra el Museo Vasco y de historia. Se trata de un centro etnográfico en el que el arte también tiene un lugar importante.

El director del nuevo museo, Benjamin Couilleaux, dejado clara su intención de aprovechar esta cercanía como una ventaja: «Para nosotros es una evidencia que hay que crear una colaboración con otras instituciones culturales de la ciudad, ya que la renovación del Bonnat-Helleu se sitúa en un contexto que tiene en cuenta toda la localidad y en particular Baiona Tipia, como barrio de museos».

El Museo Vasco ha desarrollado su relación con su entorno social y cultural, lo que ha conllevado que estos últimos años el número de visitantes esté en continuo aumento. Por tercer año consecutivo, en el 2018, se superaron los 60.000 visitantes. Sobre este tema Couilleaux añade: «Vamos a trabajar en común, para que haya intercambios entre las bellas artes por nuestro lado, y las historia y la sociedad por el suyo. Estamos reflexionando sobre los puntos de vista prácticos, como entradas dobles o visitas complementarias».

El director prevé también salir del barrio y adentrarse en otro ámbitos y localizaciones de la capital labortana, emprendiendo colaboraciones con el Museo de Historia Natural, la sala de exposiciones Didam y con la Escena Nacional que se centra en los espectáculos. I. E.