Amaia U. LASAGABASTER
Entrevue
NAZIHA AREBI
REALIZADORA

«Cuando juegan, estas mujeres rompen el miedo, se sienten vivas y libres»

Nacida en Gran Bretaña (Hastings, 1984) de padre libio, Naziha Arebi viajó en busca de sus raíces poco antes de la «primavera árabe». En Libia trabó amistad con un grupo de futbolistas, con las que vivió a lo largo de cinco años la ilusión y el posterior desencanto del país. Su historia la cuenta en el film «Freedom Fields», exhibido esta semana en Bilbo.

Viajó a Libia, el país de su padre, por primera vez en 2010. Se encontró un país en plena efervescencia, ilusionado por un cambio político que ha acabado sumiéndolo en una guerra civil.

¿Qué encontró en aquel primer viaje?

Me encontré algo que encajaba con las ilusiones que tenía. Gente muy activa, muy dinámica, personas involucradas en el mundo del arte, de la cultura...

Y un equipo de fútbol.

Oí hablar de un grupo de mujeres que jugaban a fútbol y las quise conocer. Me pareció tan excitante, eran tan encantadoras, que decidí hacer una película con ellas.

¿Qué nos cuenta la cinta?

Hablamos de un grupo de mujeres heterogéneo. De diferentes entornos, ideas políticas, tribus..., pero que son una comunidad y trabajan por un objetivo común. Al principio, estas mujeres quieren jugar por primera vez un partido de fútbol a nivel oficial, ese es su objetivo. Pero todo cambia, el país cambia y su historia también cambia. Y entonces dejamos de hablar sólo de un equipo de fútbol y empezamos a hablar de cómo salir adelante en la situaciones más complicadas y de cómo hacer que las siguientes generaciones tengan una realidad diferente a ésta. Que no tengan que superar tantos obstáculos, no ya para jugar un partido o para formar parte de la selección libia, sino para conseguir sus objetivos. Y no sólo hablamos de mujeres, sino de que niñas, niños, chicas, chicos, mujeres, hombres, de trabajar por que todos tengan una realidad mejor. Así que la historia comenzó de una forma pero luego se transformó por completo, tuvo su propia vida.

¿Cuál es el mensaje?

Ofrece muchos, no quiero imponer uno, sino que el espectador extraiga los suyos, pero me gusta pensar cómo cuando la vida es muy dura, somos capaces de centrarnos en las cosas pequeñas de la vida, que nos ayudan a tirar adelante, a que la vida sea diferente, a sentir alegría pese a todo.

En este caso el fútbol.

Se ve en la película. Cuando las chicas están corriendo con el equipo, están respirando, están rompiedo el miedo. Están rompiendo todos los miedos. Si rompes ese miedo en el ámbito deportivo, lo puedes trasladar a todas las áreas de la vida. Cuando juegan, cuando corren, se sienten vivas, libres, les hace sentir la alegría de vivir, que es más importante que el hecho puntual de jugar ese partido de fútbol.

Hay que ser muy fuerte para enfrentarse al miedo y a la realidad que viven.

Estas mujeres son excepcionales pero todas las mujeres libias que he conocido son muy fuertes. A veces la narrativa que se nos da de toda esa zona es de mujeres victimizadas, desamparadas, débiles. Y no creo que sea bueno polarizar de esa manera. Las mujeres que yo he conocido son extraordinariamente fuertes. Crían a sus hijos, salen a trabajar, pelean por sus metas. No hay debilidad ahí.