Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - PLAY OFFS DE LA EUROLIGA

De Colo resucita al CSKA de Moscú

Los gasteiztarras tuvieron que ceder ante el base francés, héroe después de que el Baskonia remontara hasta 13 puntos de diferencia.

KIROLBET BASKONIA 77

CSKA MOSCÚ 84


Si Kirolbet Baskonia quiere llegar a jugar «su» Final Four, tendrá que conseguir el billete en Moscú, si lo consigue. Un CSKA de Moscú que se llenó de barro hasta las cejas, pero guiado por un Nando De Colo que resucitó baloncestísticamente –autor de 28 puntos, 14 de ellos en el último cuarto–, el conjunto moscovita se impuso, volteando de nuevo el factor cancha de la eliminatoria ante un Kirolbet Baskonia que remontó hasta 13 puntos de desventaja, pero que pagó muy caro sus errores de ansiedad. Para más inri, Matt Janning volvió a dejar el partido lastimado.

Itoudis dejó sentados a Rodríguez, Clyburn y Higgins para meter de inicio a De Colo, Hackett y Vorontsevich, buscando dar cierta «fisicidad» –empleando la terminología de Sergio Scariolo– a su juego. Y a fe que el técnico heleno le supo dar un toque físico bien efectivo de arranque. Cierto que los dos triples de Vorontsevich apenas se han visto esta campaña –sí en años anteriores– pero el propio De Colo ofreció una imagen más avispada que en los partidos de Moscú, al tiempo que los gasteiztarras, entre la falta de acierto exterior y la presión de Hackett, no hallaron buenas opciones de tiro. De hecho, dos canastas de Hines obligaban a Perasovic a pedir tiempo con 6-14 en el marcador.

La recomposición de quintetos equilibró el juego, sobre todo gracias a la entrada de Poirier y los dos triples de Hilliard. Sin embargo, el conjunto ruso se sentía estabilizado, siendo Clyburn el encargado de dar el segundo empuje a los de Itoudis, al punto de que supo hacer daño a un Baskonia más flojo de lo habitual en defensa, llegando a encajar 28 puntos para irse al final del cuarto con 18-28.

Un triple de Higgins puso el marcador en 18-31 nada más arrancar el segundo asalto, y el público del Buesa Arena lo vio negro. No obstante, Hilliard y Poirier se empecinaron en meter al Baskonia en el partido, mientras que el CSKA vivió de las rentas fruto de su acierto en el triple, un acierto no circunscrito a un jugador en concreto, sino global.

Y, sin embargo, el segundo cuarto fue cosa del Baskonia, lo que evidencia que aquella superioridad casi moral que ejercía el club del Ejército Rojo hoy no es tal. Cierto que los de Itoudis aguantaban, y más con el desacierto en los tiros libres de los baskonistas, pero aun así Kirolbet Baskonia se fue a vestuarios con una desventaja perfectamente remontable: 39-46.

Errores subsanables

A trancas y barrancas, Kirolbet Baskonia limaba su desventaja, una frase repetida a lo largo del partido porque el trabajo gasteiztarra fue tanto mental como físico, aguantando sobre el parqué, agarrándose al partido pese a sus propios errores a la hora de cerrar el rebote o en el triple.

Un gran Garino aportó mucho trabajo sucio en el trabajo de remontar, por no hablar de la «resurrección» de Voigtmann y los rebotes en ataque providenciales de Shengelia. Pero un CSKA dispuesto a meterse en el barro arremangándose hasta los codos, supo valerse de los errores gasteiztarras.

Con 59-62, Kirolbet Baskonia llegó al cuarto final en la cola del CSKA de Moscú, y con Othello Hunter eliminado por faltas. Y dos triples de Janning pusieron el 65-62, la primera renta gasteiztarra. Una ventaja que siete puntos seguidos de De Colo revertió, en el momento en el que Janning se iba dolorido.

En el tramo final, le faltó algo de calma al Baskonia, en parte por la defensa rival y en parte por su propia ansiedad. Presa de esa ansiedad, Voigtmann se dejaba robar la cartera por Clyburn y se ganaba un taponazo limpísimo por Bolomboy. A tres minutos y medio del final, Corey Higgins clabava un 71-77 que dolía en el alma al Baskonia, obligando a Perasovic a parar el tiempo y pedir un último esfuerzo.

Sin embargo, no se pudo hacer nada. Corey Higgins culminaba el trabajo comenzado por De Colo, certificando el triunfo ruso que difumina un tanto el sueño gasteiztarra de llegar a su Final Four, pero que para nada está imposible. Eso sí, mañana será otra historia.

Larkin relanza a un tremendo Anadolu Efes

Ya nadie se ríe del Anadolu Efes de Ergin Ataman, porque roza el meterse en la Final Four de Moscú. Con 30 puntos de Shane Larkin, los otomanos barrieron al Barça en el Palau por 68-102, poniendo así en 2-1 una eliminatoria la mar de atractiva.

Ausentes de la Final Four desde el año 2000, Efes volvió a poner a su favor el factor cancha ganando los cuatro cuartos en el Palau. Ya al descanso los de Ataman se imponían por 39-52 y el partido quedaba resuelto con un parcial de 18-32 en el tercer cuarto.

Y es que, aparte del exbaskonista Larkin, MVP de la jornada con 34 de valoración, cinco compañeros más anotaban 10 puntos o más, mientras que en el bando blaugrana, por mucho que resistiera de la mano de Hanga, pagaba con creces un horripilante 8 de 21 en tiros libres, siendo esa su principal cruz, amén de que jamás pudieron parar al base otomano. A.G.