Recapitulemos. Marzo de 2017: son los meses posteriores al Brexit y Nicola Sturgeon, ministra principal de Escocia, convoca un segundo referéndum de independencia. «Podría no hacer nada y dejar el futuro del país en manos del destino, pero he decidido tomas las riendas de la situación», afirmó entonces. Junio del mismo año, y tras un discreto resultado electoral del SNP en los comicios británicos de por medio: la misma Sturgeon aplaza pero no descarta la llamada a las urnas y deja el proceso soberanista escocés en stand by. Hasta ayer.

Dos años han tenido que transcurrir para que la ministra principal escocesa volviese a coger el toro por los cuernos, un periodo lleno de especulaciones y advertencias sobre el lobo que no acababa de llegar. Pero al final el lobo apareció, y lo hizo ayer en sede parlamentaria apenas unos días antes de la Conferencia Primaveral del SNP, que tendrá lugar este fin de semana en Edimburgo. Nicola Sturgeon se dirigió a los parlamentarios para dar cuenta de su plan sobre la posible convocatoria de una segunda consulta independentista.

Su alocución se fundamentó sobre dos pilares: el Brexit y un nuevo referéndum de independencia. Sobre el primero, destacó su componente «caótico», caos que Sturgeon achaca a «una combinación tóxica de deshonestidad e incompetencia» de Westminster, Parlamento que, según destacó, «no sirve a los intereses de Escocia». En ese sentido, afirmó la ministra principal escocesa que el acuerdo de descentralización entre Londres y Edimburgo, en su forma actual, es «completamente inadecuado para proteger los intereses de Escocia. El statu quo ha quebrado. El voto del 62% de escoceses que optaron por la permanencia en la Unión Europea no sirvió para nada».

Comicios escoceses en 2021

Ese caos que supone el Brexit ha hecho que la opción independentista se haya visto fortalecida, según Sturgeon, quien adelantó en sede parlamentaria su intención de convocar nuevamente a los escoceses a las urnas para que vuelvan a decidir sobre el futuro constitucional del país. Prometió que la consulta tendrá lugar antes del final de la actual legislatura –previsto para mayo de 2021– en caso de que el Brexit se consuma, a sabiendas de que el movimiento independentista soñaba con una convocatoria más tempranera. Para ello, su Gobierno introducirá antes de final de año la legislación necesaria para la celebración del referéndum, pero esperará al momento idóneo para solicitar a Westminster los poderes para la convocatoria.

Sturgeon, consciente de que el Gobierno británico no está por la labor de abrir la caja de Pandora, abogó por incrementar la demanda a favor de una nueva consulta y fortalecer la opción independentista para que la posición británica se haga insostenible: «Ningún gobierno británico podrá rechazar la voluntad de los escoceses». La ministra principal pretende que todos los partidos de la Cámara escocesa aporten, para lo que anunció la formación de una Asamblea Ciudadana que promoverá un debate público sobre el futuro del país.

El Partido Nacional Escocés celebra este fin de semana su Conferencia Primaveral, donde el debate sobre el proceso independentista está servido. Sturgeon volverá a tomar la palabra en la clausura del evento, mientras que los simpatizantes de la formación votarán una resolución sobre la moneda a utilizar por una hipotética Escocia independiente en base a la propuesta lanzada por la Comisión de Crecimiento Sostenible, que aboga por la creación de una nueva divisa.

Declaraciones

«El Parlamento de Westminster no sirve a los intereses de Escocia. El ‘statu quo’ ha quebrado»

«Deberíamos ser una potencia próspera dentro de Europa. En cambio, nos vemos forzados a estar marginados junto al resto del Reino Unido»

«Ningún gobierno podrá rechazar la voluntad de los escoceses si conseguimos incrementar el apoyo y la demanda de independencia»

NICOLA STURGEON

Ministra principal escocesa