¿Qué factores han dado pie a Front Republicà (FR)?

Desde Poble Lliure siempre hemos trabajado para convertirnos en un agente propio dentro del independentismo de izquierdas, con el fin de incidir en el conjunto del independentismo transversal. En este camino, hemos visto que la CUP dejaba un espacio vacío en el campo electoral, y llegamos a la conclusión de que hace falta llenar este vacío a base de agregar la izquierda no independentista que se ha acercado al soberanismo.

¿Su presencia se limitará a ser una caja de resonancia del mandato popular?

Vamos a Madrid a generar la ingobernabilidad del Estado hasta que no resuelva el conflicto que vive nuestro país. Como decimos nosotros, vamos a poner el conflicto catalán en el corazón de la bestia.

Pedro Sánchez ya ha asegurado, por activa y por pasiva, que no habrá referéndum.

Cuando cierre la puerta, instaremos al resto de fuerzas republicanas a aplicar el mandato del 1-O. Pero hay que estar allí para certificarlo y, a la vez, vigilar que JxCat y ERC no rebajen sus líneas rojas y, ante la amenaza de la extrema derecha, se avengan a una investidura del PSOE, hecho que supondría una traición.

También se pueden encontrar ante la propuesta de derogación de la Ley Mordaza, el blindaje de las pensiones y otras reformas de matiz progresistas. ¿Optarán por el bloqueo?

Obviamente daremos apoyo a cualquier avance en derechos sociales. Y a riesgo de quedar atrapados en la dinámica parlamentaria, Front Republicà siempre estará en el polo de la radicalidad democrática, en términos tanto sociales como nacionales. Ni será culpa nuestra que continúe la monarquía ni que las elites extractivas laminen los derechos de los jornaleros andaluces.

¿La aparición de Front Republica es coyuntural o puede desembocar en un actor nuevo que desplace a la CUP?

Es evidente que trasciende el ámbito electoral y surge para articular un bloque de ruptura ampliando el proyecto de la unidad popular. Pero no se trata de romper la CUP, sino de adecuarse a la realidad catalana que irrumpió sobre todo a raíz del 1 de Octubre. Ensanchar el bloque político de progreso, donde el eje central es el independentismo y el republicanismo.