Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Los Murguialday vivieron una Bidasoa Itzulia especial

Javier dirigió al Caja Rural, que logró una etapa con Lazkano y su primera victoria en la prueba con Carmelo Urbano. Jokin acabó el 23º, quinto vasco y quinto debutante pese a la desgracia y al trabajo para el equipo.

Javier y Jokin Murguialday vivieron la pasada semana una Bidasoa Itzulia muy especial para los dos. El padre dio en su estreno como director al Caja Rural con Carmelo Urbano la primera victoria del equipo navarro en una prueba en la que él acabó segundo en 1984 a 14 segundos de Pedro Díaz Zabala. El hijo acabó 23º en la general, quinto debutante y quinto vasco, a pesar de que trabajó mucho para el equipo y tuvo mala suerte.

Javier, profesional desde 1986 hasta 1994 y ganador de una etapa del Tour en 1992 entre Donostia y Pau, es director este año del Caja Rural amateur tras una trayectoria que en los últimos años está muy ligada a la de su hijo: «Llevaba juveniles de Agurain, pero por motivos de trabajo no pude continuar y lo dejé hasta que mi hijo quiso andar en bici y empecé con las categorías más bajas. Me encantan los niños, son todo ilusión. Con Jokin llevé los cadetes y los juveniles hasta que en su segundo año junior me ofrecieron ir al Bolivia continental. No salió bien y me ofrecieron estar en el Caja Rural el año pasado como mecánico y director y este año me ha tocado más ser director».

Además ayuda a otros chavales como el junior alavés Julen Arriola-Bengoa, «mi segundo hijo». Le ha resultado fácil llevar a Jokin porque «es un tipo de corredor como era yo» y añade que «para mí el ciclismo es una pasión, me he preocupado por estudiarlo y en categorías pequeñas aprendes muchísimo».

Ser un equipo y no una banda

Caja Rural está en racha tras el estreno del 31 de marzo en Gorla y Torredonjimeno: «Nos costó un poco agrupar al equipo, había desorden, mucho gallo. Por muy buenos que sean los corredores, no es un equipo, es una banda, si cada uno va a lo suyo. Cuando se ha hecho equipo han empezado a llegar las victorias».

Explica que lograr esto en el Caja Rural «es muy complicado, no es como en profesionales que están muy definidos los roles y el líder se lo ha ganado. Aquí hay mucha igualdad, sabemos las características de cada uno y trabajamos un día para uno y otro para otro».

En Bidasoa apunta que «nos salió bien la planificación. Urbano atacó en Erlaitz y teníamos de reserva a Calle, que podía retener porque sube mucho o si le cogían atacar. Bidasoa era un objetivo porque Caja Rural no había ganado nunca y le tengo un aprecio especial porque estuve a punto de ganarla y me he sacado la espina de director».

Ahora apunta a la Vuelta a Nafarroa: «Siempre es el mayor objetivo nuestro. Tenemos muy buen equipo, lo que hace falta es que trabajen bien. Estamos esperando al ecuatoriano Cepeda, que anda muy bien, y además tenemos a Pascual, Calle, Urbano y Oier Lazkano, que tendrá el objetivo de ganar una etapa y trabajar para el equipo. Es un corredor con una potencia excepcional y se tiene que adaptar a la gran montaña».

De su hijo Jokin destaca que «ha hecho una Vuelta al Bidasoa muy buena. El primer día se cayó y le tocó perseguir mucho y luego trabajar para anular la escapada y perdió tiempo, como el siguiente, y el último se cayó y el cambio se le quedó mal, pero con mucho gas se quedó a un poco de entrar con el líder. Le suelo decir que tiene mejor máquina que yo, más definición de ciclista, más casta. Luego hay que saber sufrir y el tiempo lo dirá. Veo en Jokin las cosas que he tenido como ciclista. Es un corredor con poco consumo, con poco peso y en las vueltas va siempre a más, como yo».

Sin piñones grandes en la etapa reina

Jokin Murguialday (Agurain, 2000) asume que en Bidasoa «teníamos tres corredores que podían ganar y tocaba trabajar. Me sentí muy bien y el último día me caí, no podía meter los últimos tres piñones grandes y se notaba en los puertos. Acabar así 23 en la general está bien por verte ahí, aprender para mejorar en próximos años. Las vueltas son lo que más me gustan. Siempre voy a mejor, si tengo un mal día va a ser el primero. Soy regular. Hay gente en juniors que espera al último puerto. A mí me gustaba buscar escapadas de salida y estar adelante se nota. No me ha costado adaptarme a la categoría y no me importa trabajar porque hay gente que anda mucho y con los años cambiará. Poco a poco debo ir demostrando y mejorando».

Agradece tener un padre y director que «nos ayuda con su experiencia, aunque para mí muchas veces es peor. Quiere que dé más porque sabe lo que puedo dar, no conoce tanto a los demás. Sabe cuál es mi máximo nivel y me hace darlo».J.I.