Thomas De Gendt (Lotto) ganó ayer la octava del Tour en Saint-Étienne al escaparse de salida con De Marchi, King y Terpstra y ser capaz de aguantar hasta la meta a pesar del trabajo de cinco equipos que desgastaron a todos sus corredores menos a los líderes en la persecución y al ataque final de Alaphilippe y Pinot, que llegaron con veinte segundos al resto de favoritos, lo que les permite colocarse primero y tercero en la general.

Los dos corredores franceses atacaron en la última cota para buscar las bonificaciones y, tras sumar Alaphilippe cinco segundos y Pinot dos, no se detuvieron. Trabajaron a tope para intentar atrapar a De Gendt y coger también los máximos segundos en meta, pero el flamenco fue capaz de culminar su exhibición para lograr su segunda victoria en el Tour tras la lograda en 2016 en el Mont Ventoux.

En la primera de las dos jornadas del fin de semana en el Macizo Central con 3.672 metros de desnivel, cuatro puertos de Segunda y dos de Tercera, De Gendt se marchó en el kilómetro 4 de los 200 que tenía la etapa con Terpstra y King, a los que luego se unió De Marchi (CCC). El pelotón no les dejó mucho margen, tres minutos, con el trabajo de Bora, Sunweb y Deceuninck hasta que se quedaron sin corredores para tirar en el penúltimo puerto de Segunda, la Croix de Part, que se coronaba a 67 de meta, donde se descolgaron King y Terpstra.

De Gendt y De Marchi alcanzaron cuatro minutos de ventaja y en ese momento empezó a trabajar con fuerza Astana y luego contó con la colaboración del Education First para endurecer la carrera y reducir la desventaja. De Gendt se reservó unos kilómetros en los que dejó el mayor trabajo a De Marchi y le atacó cuando comenzaba la última subida de La Jaillère (3ª) a 14 de meta con solo un minuto de ventaja sobre un grupo en el que no estaba Geraint Thomas, que se cayó a quince de meta, pero que pudo entrar con la ayuda de Castroviejo y Poels.

Pinot gana enteros

Ese percance provocó que el galés estuviera mal colocado cuando Alaphilippe y Pinot superaron a De Marchi y buscaron el resto de bonificaciones en el alto y se marcharon para delante para recuperar el liderato uno y para convertirse el del Groupama en el primer favorito en la general. Llegaron a seis segundos del flamenco y con veinte a un grupo de 32 corredores en el que entraron todos los favoritos menos Vincenzo Nibali, que se quedó en la última cota, perdió cuatro minutos y sus opciones en la general. Mikel Landa es el único que ha disputado los puestos de honor del Giro que aguanta entre los mejores.

La segunda etapa en el Macizo Central entre Saint-Étienne y Brioude, de 170,5 kilómetros presenta un puerto de Primera, el Mur d'Aurec-sur-Loire, a 149 de meta y dos cotas de Tercera, la última a falta de 13, la de Sant-Just, que tiene bonificaciones.