I.I.
GASTEIZ

EH Bildu cedió una abstención crítica y desconfiada

EH Bildu repitió desde la tribuna de oradores lo que ya dijo la pasada semana en Euskal Herria, que tiene sobrados motivos para decirle no a Pedro Sánchez, catálogo que se amplió estas sesiones de investidura, cuando el PSOE se muestra «incapaz de llegar a un acuerdo con la única fuerza de ámbito estatal que trata al menos de superar los problemas estructurales en términos democráticos, deja en evidencia que quiere dejar las cosas como están».

Sin embargo, su portavoz, Mertxe Aizpurua, explicó que «sin ocultar nuestra desconfianza hacia cuál sea el camino que vaya a adoptar, pero también desde la responsabilidad con la palabra dada de que nuestro voto nunca dará paso al tridente de la derecha, vamos a facilitar su investidura con nuestra abstención». A lo que añadió que se trata de «una abstención que en ningún caso supone un cheque en blanco ni una muestra de confianza en el camino que vaya a recorrer, sino que busca darle una oportunidad para resolver los problemas estructurales de este Estado».

Mirando más hacia casa, Aizpurua sostuvo que «en definitiva, son votos para derogar la reforma laboral, para terminar con la Ley Mordaza, para acabar con la política penitencia de excepción basada en la venganza que sigue abocando a los familiares de presos y presas vascas a recorrer miles de kilómetros cada fin de semana». Concluyó que «nuestros votos son para reivindicar con firmeza nuestra lengua y nuestra cultura. Para que se reconozca el derecho democrático de todos los pueblos a decidir su futuro y exigir la libertad de los y las presas políticas».

«Apartheid falaz»

Mertxe Aizpurua recordó la fuerza electoral de EH Bildu como respuesta al «apartheid» que se les ha impuesto y que tachó de «falaz», porque tanto PSOE como PP han llegado a acuerdos con su formación en otras instituciones. Expuso ante Pedro Sánchez que es presidente por su voto en la moción de censura, votos que también fueron determinantes para aprobar los decretos sociales. Por ello, les emplazó a que «dejen de manipular a la ciudadanía y construyan un futuro en otras claves y en otros parámetros».

El candidato Pedro Sánchez respondió a Mertxe Aizpurua que «yo a su grupo no le veto. Le respeto la legitimidad que tiene. Pero tenemos serias discrepancias de futuro y también de pasado. Serias discrepancias de pasado. Y ahí me quedo», concluyó.