Si en la celebración de los 400 libre el australiano Mack Horton decidió no fotografiarse con Sun Yang en protesta por las sospechas de dopaje, ayer fue el británico Duncan Scott, a quien el asiático no invitó a compartir el podio como es habitual para la instantánea.

No solo eso. Sun Yang increpó a una parte de la grada y medio discutió con un impertérrito británico, que ha compartido la medalla de bronce con el ruso Martin Malyutin. La plata ha sido para el japonés Katsuhiro Matsumoto.

La prueba tuvo su miga, porque la victoria fue inicialmente para el lituano Danas Rapsys. Pero su alegría duró unos segundos, porque fue descalificado por salida falsa.

El oro de Sun Yang en 200 libre es el undécimo en un Mundial, pero seguramente en los libros de natación será recordado casi tanto por sus episodios fuera de la piscina como por su calidad dentro de ella.

Baja de Katie Ledecky

La que aprovechó la oportunidad que le ha deparado el destino fue la italiana Simona Quadarella, que prácticamente se encontró con un oro que no hubiera soñado si Katie Ledecky no hubiera causado baja por enfermedad horas antes.

Otra de las finales marcadas siempre en rojo antes de un Mundial, la de los 100 braza, respondió a las expectativas. La plusmarquista mundial, la estadounidense Lilly King, derrotó a la rusa Yuliya Efimova.

La canadiense Kylie Masse ganó en los 100 espalda femenino y el chino Xu Jiayu en categoría masculina.