Francisco ÁVILA (EFE)
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El húngaro Milak bate uno de los récords míticos de Phelps

Se trata de la plusmarca de la prueba de 200 metros mariposa (1:50:73).

Acabar con un récord de Michael Phelps de hace diez años no está al alcance de cualquiera, y menos aún en los 200 mariposa, pero ayer el húngaro Kristof Milak, otro componente de la generación del 2000 como Ariarne Titmus o Maggie McNeil, asombró en la piscina de Gwangju para llevarse el oro y dejar boquiabierto al mundo de la natación.

Milak pulverizó un récord de la etapa de la natación textil. Nadó los 200 mariposa en 1:50.73, 88 centésimas menos de lo que lo hizo el mítico Phelps en Roma 2009.

El húngaro ganó de principio a fin y se llevó la victoria por delante del japonés Daya Seto (1:53.89) y del sudafricano Chad Le Clos (1:54.15) para conseguir el segundo récord mundial que se bate en Gwangju tras el logrado en los 100 braza por el británico Adam Peaty (56.88).

Hasta entonces, el protagonismo había sido para los italianos, que abrieron la sesión con dos oros, el de Gregorio Paltrinieri en los 800 y el de la eterna Federica Pellegrini en los 200 libre. La italiana, la primera mujer que ganó a Katie Ledecky en una gran competición, sumó su cuarto oro mundialista en la distancia. Lleva ocho mundiales seguidos sin bajarse del podio desde que ganó una medalla de plata en 2005.

Pellegrini, subida en la corchera y con los brazos extendidos, celebró la victoria como si fuera la primera. Se impuso a Ariarne Titmus, que fue plata y volvió a superar a la sueca Sarah Sjöström. Después la italiana, próxima a cumplir los 31 años, anunció que éste iba a ser su último Mundial. Seguramente en Tokio pondrá punto y final a una magnífica carrera.

Otro italiano, Gregorio Paltrinieri, también fue protagonista, éste por su victoria en los 800 en los que batió el récord de Europa con 7:39.27. Paltrinieri, campeón Mundial de 1.500 metros, sucede en el palmarés de los 800 a su compatriota Gabriele Detti. En el podio le acompañaron el noruego Christensen y el francés Aubrey. Detti fue quinto y el chino Sun Yang solo pudo ser sexto.

En la final de 50 braza, no hubo sorpresas. Ganó el británico Adam Peaty, tal y como estaba previsto, pero no batió su plusmarca mundial. Nadó en 26.05 y se quedó a once centésimas de su récord (25.95), conseguido hace dos años en Budapest. Dos brasileños, Felipe Lima y Joao Gomes, fueron plata y bronce con 26.66 y 26.69.

La sesión de finales se cerró con el relevo mixto del 4x100 estilos y la victoria del equipo australiano en la última posta.