Arnaitz GORRITI
BALONCESTO Liga ACB

RETAbet Bilbao Basket se deja el corazón en Santiago

Los hombres de negro cayeron ante el Obradoiro después de dos prórrogas.

OBRADOIRO 98

RETABET B. BASKET 96


«¿Quién dijo que está todo perdido? / Yo vengo a ofrecer mi corazón / Tanta sangre se perdió en el río / Yo vengo a ofrecer mi corazón», cantaba Mercedes «La Negra» Sosa. Y desde luego que, si es por corazón, RETAbet Bilbao Basket, hizo ofrenda como para haberse llevado el partido en Santiago de Compostela y llevarse todos los aplausos del mundo. Los plausos se los llevó, pero después de dos prórrogas y forzar casi el tercer tiempo extra, Bilbao Basket cedió ante el Obradoiro.

No puede ser, ciertamente, que el lirismo tape los evidentes errores en el juego de los hombres de negro, como pueden ser las 18 pérdidas de balón y sobre todo ceder hasta 22 rebotes en ataque. Por ahí se fueron buena parte de las opciones de los de Alex Mumbrú, que en todo caso mostraron una capacidad competitiva a prueba de bomba. Así, Kulboka rescató un partido que casi parecía perdido con un triple tras step back, un empate a 73 absolutamente tremendo. Cierto que el desenlace de la primera prórroga pudo haber sido más feliz, de no haber desaprovechado un 80-84 a favor en los últimos 37 segundos, pero también hay que darle méritos a un Obradoiro que se mostró frío como el hielo desde la línea de tiros libres, sumando un envidiable 28 de 30. Con todo, tras el empate a 84, primero Bouteille y después Balvin tuvieron sendos lanzamientos claros para sentenciar el partido a favor de los de Mumbrú.

Y aun así, no se vinieron abajo los vizcainos. Ni siquiera cuando otro de los protagonistas, Feltcher Magee, elevó el 94-89 en el segundo tiempo extra fruto de un «tres más uno» que le sacó Jaylon Brown, el hombre de las dos caras junto con Kulboka, con graves carencias en defensa pero un indudable valor para jugarse y meter lanzamientos de muchísimo compromiso.

Con 96-91 en el marcador, Kulboka volvió a emerger para empatar el partido a 96 con 20 segundos por jugarse. Más aún, Alex Mumbrú decidió jugársela y mandó a Tomeu Rigo cometer falta sobre Earl Calloway, con la idea de disponer del último balón en los 13 segundos finales. El joven jugador, debutante en la ACB tras superar su lesión junto con Emir Sulejmanovic, hizo lo que le encomendó su entrenador y el veterano base anotó el 98-96 a la postre decisivo.

Los últimos 13 segundos tuvieron su propio drama, en todo caso. El Obradoiro impidió a toda costa que Kulboka recibiera el balón, de modo que fue Jaylon Brown quien se la jugó. El estadounidense buscó la canasta de dos, pero falló. En todo caso, el rebote ofensivo fue a parar a manos de Ben Lammers, pero tal y como le sucediera a Balvin al final del primer tiempo extra, el pívot norteamericano se encontró con que el balón, después de caminar en el alambre del aro, decidiera no entrar. Y partido para los de Moncho Fernández, uno de los rivales directos de los hombres de negro en cuanto a la lucha por la salvación, por si faltaba algo.

Pérdida del control

Bilbao Basket jugó mejor que su rival en los 20 primeros minutos, pero dejó escapar un 29-39 a favor, en el primer chispazo tirador de Fletcher Magee. Esa remontada galaica fue clave para que tras el descanso el Obradoiro tomase el control del juego y el marcador.

Bilbao Basket no estuvo nada cómodo, atrapado en el ritmo cansino impuesto por los de Santiago de Compostela. Sin embargo, jamás se salió del partido y esa tozudez le valió ganarse oportunidades de éxito que de otro modo no hubiera tenido. Pero la moneda cayó cruz.