EDITORIALA
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El independentismo se une frente al Estado

Las fuerzas políticas BNG, Crida Nacional, CUP, EH Bildu, ERC, MÉS, JxCAT y PDeCAT firmaron ayer solemnemente en Barcelona un documento llamado “Declaración de Llotja de Mar”. En él se comprometen con el derecho a la autodeterminación, con una acción política pacífica y democrática, con la libertad de las y los presos y la vuelta de exiliadas y exiliados, con las libertades civiles y políticas, y con políticas económicas y sociales que permitan el progreso de los pueblos. Asimismo reiteran su empeño en la búsqueda de soluciones democráticas y estables para encauzar los conflictos de los pueblos que representan con el Estado español, al tiempo que hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que posibilite y promueva esas soluciones.

Este manifiesto, en su concisión y sencillez, es de un gran valor político. En primer lugar, el documento realiza un análisis certero de la situación en el Estado español, destacando no solo las resistencias que imposibilitan su democratización, sino también el giro autoritario que ha tomado cuando se ha cuestionado el resultado de la Transición. Viraje que evidencia precisamente ese déficit democrático que sitúa al Estado lejos de los estándares de los países del entorno. En segundo lugar, las fuerzas firmantes recalcan su voluntad constructiva al apostar de manera firme por soluciones democráticas como método para superar los conflictos –latentes o abiertos– entre los diferentes pueblos y el Estado. Y señalan que la clave está en el respeto al derecho a la autodeterminación. Por último, anticipa una unidad de acción que fortalece la lucha por la democracia y la libertad de los pueblos.

La Declaración de Llotja de Mar, tanto por las reivindicaciones que enuncia, como por el modo de superar los conflictos que propone, interpela directamente a todos los demócratas. Es una importante aportación de las fuerzas independentistas al todavía pendiente proceso de democratización del Estado español.