GARA
LONDRES

Los laboristas recortan distancias en las encuestas

Los últimos sondeos electorales en Gran Bretaña apuntan a un recorte en las diferencias de los laboristas respecto al partido Conservador, que sigue manteniendo el primer puesto. De los 17 puntos de hace una semana, el laborismo ha bajado a entre seis y nueve.

Aunque los conservadores británicos comenzaron la campaña electoral con la previsión de una contundente victoria, su ventaja en las encuestas se está reduciendo en los últimos días.

Según un sondeo de la consultora BMG para el diario “Independent”, la diferencia con los laboristas es ahora solo de seis puntos, y se ha reducido en siete en solo una semana.

Según esta encuesta, los conservadores obtendrían un 39% de los votos en los comicios del 12 de diciembre, lo que supone dos puntos menos que en la última encuesta de esta firma del   23 de noviembre.

A su vez, los laboristas subirían cinco puntos, hasta el 33%, mientras los liberal demócratas caerían cinco puntos, al 13%, y el Partido del Brexit se situaría en el 4%.

Otra encuesta posterior al ataque del pasado viernes en Londres da a los tories un 42% de intención de voto frente al 35% de los laboristas, siete puntos de diferencia que también suponen una reducción respecto a las previsiones de doce puntos que daba hace una semana el sondeo de YouGov recogido en la imagen y que anteriormente había llegado a los 17 puntos.

De hecho, YouGov, cuya muestra de encuestados es mayor que el resto de sondeos, ya redujo a nueve puntos la diferencia en otro sondeo posterior, lo que parece confirmar la tendencia.

El Partido Laborista de Jeremy Corbyn se apoya en el fuerte giro a la izquierda de su programa de nacionalizaciones de servicios básicos e impuestos a empresas y grandes fortunas para compensar las acusaciones de ambigüedad respecto al Brexit y de antisemitismo.

Sistema de salud

El sistema público de salud británico (NHS) se ha convertido en uno de los asuntos claves de la campaña. Corbyn pidió el martes al presidente de EEUU, Donald Trump, que garantice que el NHS quede excluido de un futuro acuerdo comercial bilateral tras el Brexit.

El posible acceso de las empresas estadounidenses a sectores del NHS, en especial a la provisión de fármacos, es uno de las temas más sensibles de esta campaña, y los laboristas revelaron hace unos días un documento que demuestra que ha habido conversaciones entre el Gobierno conservador británico y el estadounidense.

El primer ministro, Boris Johnson, asegura que no tolerará la privatización ni siquiera parcial de la sanidad pública, aunque ese documento indicaba que EEUU requería como condición acceso a «todo el mercado» de servicios públicos.

Trump, al ser preguntado sobre si el NHS estará sobre la mesa en la futura negociación sobre un acuerdo respondió que «no, para nada. No tengo nada que hacer con eso. Ni siquiera lo he pensado, sinceramente. Ni siquiera sé dónde empezó ese rumor. No tenemos nada que ver con eso y tampoco lo querríamos si se nos entregase en una bandeja de plata».

Entre quienes lanzaron el «rumor» se encuentra el propio Trump, que en junio aseguró que «todo está sobre la mesa… El NHS o cualquier cosa».

Corbyn duda de las últimas palabras de Trump y cuestiona «por qué se han llevado las conversaciones en secreto durante dos años». A su juicio, hay legítimas razones para preocuparse.