La estatua de «Ibra» sufre más ataques

El pasado 8 de octubre Zlatan Ibrahimovic, amado y odiado por partes iguales, inauguró una estatua en su honor, situada en su ciudad natal, Malmö (Suecia). El momumento, de casi 3 metros y unos 500 kilos de peso, muestra al jugador en uno de sus típicos gestos de celebración de un gol. La base incorpora una inscripción con todos los títulos logrados por el delantero, quien a los 38 años es el máximo goleador de la historia de la selección sueca y ha sido una de las sensaciones de la MLS estadounidense antes de anunciar que en enero dejará Los Angeles Galaxy para seguramente volver a Europa. Sin embargo, su estatua parece no haber gustado a todo el mundo. Desde su inauguración ya ha sufrido varios actos vandálicos, como cuando aparecieron pintadas racistas junto a la estatua, se cubrió su cabeza con bolsas de plástico y dejaron una pancarta sugeriendo que fuese trasladada a Söder, el barrio del Hammarby en Estocolmo, como se aprecia en la imagen que acompaña a estas líneas. El último acto vandálico se produjo este fin de semana, cuando el domingo el momumento amaneció con la nariz y un dedo de un pie seccionados, aparentemente con una sierra. Todas estas hostilidades hacia Ibrahimovic se deben a que el futbolista se ha convertido en copropietario del Hammarby, club de la capital, cuando él se formó y jugó en Malmö. ¿Cómo se tomará todo este asunto este controvertido jugador?