Ibai AZPARREN
IRUÑEA

Suspenso generalizado de los países en materia de protección del clima

¿Qué países combaten más el cambio climático? Esta es la pregunta a la que responde el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático 2020, elaborado por la Red de Acción Climática y Germanwatch. Por primera vez, EEUU cae al último puesto. El Estado francés mejora mientras que el español se encuentra lejos de los resultados de la UE.

La fase de aplicabilidad del Acuerdo de París entra en un período decisivo en 2020, año en el que finaliza la vigencia del Protocolo de Kioto y los países deben presentar sus contribuciones determinadas a nivel nacional (NDC) actualizadas.

En este contexto, el Índice de Desempeño frente al Cambio Climático (IDCC), una herramienta independiente de monitoreo para supervisar el desempeño de los países en materia de protección del clima que publica los resultados anualmente desde el año 2005, ha hecho público los de este año y, en términos generales, se puede decir que ningún país ha cumplido los objetivos.

El IDCC 2020, que evalúa a 57 países y la UE, se basa en un diseño meteorológico que cubre todas las emisiones de efecto invernadero. Así, evalúa los objetivos para 2030 y la compatibilidad con una trayectoria que mantenga el calentamiento global muy por debajo de los 2°C.

Además, el estudio responde a la pregunta de en qué medida los respectivos países actúan adecuadamente en las áreas de Gases de efecto invernadero, Energías Renovables, Uso de la Energía y Política de Cambio Climático para alcanzar los objetivos de París.

En el mapa situado sobre estas líneas, el lector de este artículo podrá comprobar que ningún país se desempeña holgadamente bien en todas estas categorías de índice como para lograr una clasificación general muy buena. Por tanto, los tres primeros puestos de la clasificación permanecen vacíos y evidencian, de esta manera, un suspenso generalizado de todos los países analizados.

En cuanto a la ambición climática entre los países del G20, solo Gran Bretaña e India se clasifican entre los de un nivel de desempeño bueno, al tiempo que ocho adquirieron una clasificación muy pobre.

El Acuerdo de París se trata de una iniciativa que no versa sobre EEUU. Comenzó el proceso de retiro formal en noviembre, y la Administración de Donald Trump no ha hecho más que arrojar una viga a las ruedas del consenso en esta materia. Tanto es así que el informe señala que EEUU está actuando como un «actor destructivo» en las negociaciones internacionales a todos los niveles.

No es de extrañar, por tanto, que, por primera vez, EEUU se ubique en el último puesto del IDCC y que obtenga clasificaciones muy pobres en todas las categorías. Así, el estudio destaca que, a nivel nacional, «no existe un objetivo ni una política para reducir las emisiones de GEI muy altas en el país». Pese a que las energías renovables y los objetivos de reducción del uso de energías fósiles están establecidas en ciertos estados, «varían mucho en términos de fortaleza e implementación».

Varios datos demuestran que tras el negacionismo de Trump se esconde el factor del negocio capitalista, eje imprescindible en todos los análisis. Ejemplo de ello es la decisión de la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de relajar las restricciones federales sobre las emisiones de metano durante la perforación de nuevos oleoductos y gasoductos, o el simple hecho de que el Ejército estadounidense contamine más que 140 países.

 

UE y Estado español y francés

La UE, única entidad supranacional evaluada en el índice, ocupa el puesto 22 y vuelve al grupo de desempeño moderado. Recibe, además, clasificaciones moderadas en las categorías de efecto invernadero, energías renovables y uso de energía, pues, tal y como remarca el informe, actualmente «no está en camino de cumplir sus objetivos poco ambiciosos» para 2030. La UE obtiene una ejecución buena en el rango de política de cambio climático, pero cae diez puntos en comparación con el índice del año pasado.

La actual Directiva de la UE sobre energías renovables establece que, para 2020, un 20 % del consumo de energía ha de proceder de fuentes renovables. Además, todos los estados miembros deben alcanzar, para 2020, una cuota del 10% de energía procedente de fuentes renovables en los combustibles de transporte. En este sentido, el informe destaca como elemento importante que, más allá de 2020, los objetivos nacionales en cuanto a energía renovable en virtud de la legislación de la UE ya no serán vinculantes para los estados miembros.

Alejado de la mayoría de estos en el ranking, el Estado español ocupa el puesto 34 en el IDCC de este año. Pasa de una clasificación moderada a pobre en las categorías de gases de efecto invernadero y energías renovables. Aunque mejoró en política climática debido principalmente al resultado de una mayor ambición a nivel internacional –se unió a la coalición que pide objetivos climáticos más ambiciosos–, el estudio resalta la «falta general de ambición, sin una estrategia de eliminación gradual de combustibles fósiles», y objetivos estatales «insuficientes» para mantener el calentamiento global por debajo de los 2°C.

El Estado francés, por contra, mejora del rango 21 al 18 y permanece en el grupo de desempeño moderado. Recibe una clasificación moderada en categoría de gases de efecto invernadero, una de pobre en energías renovables y una de buena en política climática estatal, ya que, de acuerdo con el informe, los expertos elogian el objetivo de eficiencia energética para reducir el consumo de energía un 50% para 2050, y lo califican como «uno de los objetivos de eficiencia energética más ambiciosos del mundo». No obstante, critican la «falta de ambición» para hacer más ecológica la matriz energética del Estado.

Los países nórdicos, líderes

Los países nórdicos ocupan los primeros puestos en el ranking del IDCC. Suecia, con un «sólido marco de política climática» y el impuesto al carbono más alto del mundo, lidera, como en años anteriores, el grupo de países de clasificación buena. Dinamarca, por su parte, sube diez puestos para convertirse en el segundo país con mejor desempeño. Finlandia y Noruega ostentan, a su vez, los primeros puestos de la clasificación.

Así, Finlandia, Islandia, Noruega, Suecia y Dinamarca, en su propósito de liderar la lucha a favor del clima, mantuvieron una reunión en Helsinki a principios de año y firmaron una declaración conjunta, en la que se comprometieron a trabajar para lograr que toda la región sea neutral en carbono y para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.