La Asamblea Nacional gala inició ayer tarde el debate del proyecto de ley más polémico de la era Macron. Completado el trámite en comisión, el debate sobre la reforma de las pensiones se traslada así a la Cámara Baja, y con no pocas incógnitas. De hecho, el debate del texto se realizará, contra lo que es habitual, en abierto, dado que no se cerró el análisis del texto durante los trabajos en comisión.

La reforma, que ha sido contestada de forma continuada desde el pasado 5 de diciembre mediante huelgas y movilizaciones sociales, llevará a la supresión de los regímenes especiales –hasta 42– en favor de un sistema universal por puntos.

Más allá del anuncio de que, de momento, no se aumentará la edad de jubilación (62 años), los debates en comisión no han permitido alcanzar compromisos en otras materias sensibles como la precariedad laboral o la brecha de género en las pensiones. Y ello, porque la avalancha de enmiendas generó la inusitada situación de que la comisión no pudiera completar el examen de los 65 artículos de que se compone el proyecto. Así las cosas, el debate vuelve al punto de partida, lo que obliga a la mayoría macronista a emplearse a fondo en los duelos de tribuna, y sobre todo a mostrarse monolítica a la hora de las votaciones.

De ahí que, en vísperas de un debate que debería durar 15 días –plazo que parece insuficiente dado que la oposición ha depositado 41.000 enmiendas–, el presidente Emmanuel Macron dejara sentadas algunas ideas. Echó por tierra las peticiones de aplazar «sine die» el debate de una norma de hondo calado social al afirmar que «llevamos dos años tratando este tema». El jefe del Elíseo acompañó esa aseveración de una llamada al cierre de filas en relación al proyecto de ley, al animar a su Gobierno a defender con convicción el proyecto. Y así lo hizo el nuevo titular de Sanidad, Olivier Véran, quien en la apertura del debate parlamentario elogió la «inmensa ambición» que acompaña a la reforma.

No entrar en campaña

Las palabras de Emmanuel Macron dejan claro que el Elíseo no quiere que el debate se atasque en la Cámara Baja, por lo que trabaja con el calendario previsto, que debería llevar a una votación el próximo 3 de marzo.

De esta forma, el trámite estaría finiquitado antes de la primera vuelta de las elecciones municipales, que se celebrará el 15 de marzo, un escrutonio de por sí complicado para Macron, que no tiene interés en que sus candidatos hagan campaña con el telón de fondo de un proyecto que suscita tanto desencuentro.

Con todo, en el arranque de la sesión de ayer el autor del texto, Guillaume Gouffier-Cha (LREM), no descartaba que la Asamblea sesione en fin de semana o incluso más allá del 6 de marzo, una fecha límite al marcar el periodo de vacaciones parlamentarias antes de los comicios. «El debate durará lo que tenga que durar y todos deberán asistir porque esta batalla precisa de la energía de todos», advirtió.

Euskal diputatuen bulegoen aitzinean protestak egin dituzte

Emmanuel Macronek bultzaturiko erretreten erreformaren gaineko eztabaida Asanblea Nazionalera heldu zen egunean hainbat protesta izan ziren. Garraio sarean ez zen gehiegi sumatu sindikatuek eginiko greba deialdia. Izan ere, tokian tokiko protesta ekimen ugari izan ziren. Hala, Euskal Herrian, gehiengo macronistaren partaide diren euskal diputatuen bulegoetara eraman zuten kexa. PCFko dozena bat kidek Florence Lasserre diputatuak Angelun duen egoitzaren aurrean elkarretaratzea egin zuten. Arratsaldean, berriz, erreformaren alde bozkatuko duen Vincent Bru diputatu kanboarrak Biarritzen duen bulegoaren atarian protesta egin zuen LAB sindikatuak. Iluntzean, erretreten sistemari buruzko eztabaida antolatu zuen CGT sindikatuak Baionako Lan Burtsan. M. U.