Iñaki Lekuona
Periodista
AZKEN PUNTUA

Res pública

Con el coronavirus propagándose por los medios a toda velocidad, poco espacio quiso dar la prensa española a una información que “Le Figaro” decidió llevar a portada, a saber, que el rey emérito está siendo investigado en Suiza por un centenar de millones depositados en un banco transalpino. Es la gran diferencia entre la República y la Monarquía, que en la primera no tienen la obligación de callarse cuando el jefe de Estado supura pus. Res pública es la cosa pública solían recordar los profesores de Historia al hablar de república. En España, en el sorteo ante notario del 78 tocó en suerte una democracia en la que la res es el toro de Osborne y lo público es simplemente lo notorio. Cincuenta años después, la extrema derecha vuelve a asomar la pata por la puerta de Alcalá y lo hace para quedarse, como se quedó en esta Francia de cartón piedra en la que Marine Le Pen vuelve remontar en las encuestas de unas municipales que ya comienzan a leerse como generales. Y no solo en las encuestas remontan. La saña con la que la policía antidisturbios reprimió la manifestación feminista de este pasado sábado en París deja entrever que el virus ultraderechista ha infectado a miles de agentes de las fuerzas del orden. Esos mismos cuyo deber es el de defender la res pública, en este caso los derechos y las libertades. Y para estos no hay remedio.