Antonio ÁLVAREZ-SOLÍS
Periodista
AZKEN PUNTUA

Responsabilidad

Cuando la epidemia de coronavirus era una una dramática realidad en gran parte del mundo, incluida España, personas con plena autoridad convocaron manifestaciones multitudinarias que produjeron una rápida multiplicación de casos. Madrid fue un escenario de lo que digo. Me eché las manos a la cabeza cuando contemplé la masiva concentración femenina en la que destacaba como animadora nada menos que una ministra del actual gobierno. Me pregunto ante este amargo suceso si esa concentración no hubiera sido aplazable a momentos posteriores, con la perturbación patológica ya vencida. Una presunta victoria política no puede justificar la enfermedad con muertes incluidas.

Mi segunda pregunta ante el suceso la dirijo al jefe del Gobierno ¿Qué ha hecho el Sr. Sánchez ante la tremenda irresponsabilidad que he descrito? Esa ministra sigue en el cargo y el Parlamento permanece silencioso ante un acontecer que debiera dar lugar incluso a denuncia ante esos tribunales con fiscalías tan atentas para intervenir enérgicamente en otros sucesos mucho menos relevantes.

Como ciudadano me pregunto cada día si circulamos sobre un planeta vivo, con una piel sensible, o si, en lenguaje hermano, marchamos silenciosamente en una noche dramáticamente iluminada por las fúnebres velas de «os mortos viventes».